Beneficios del kéfir

Beneficios del kéfir

El kéfir, muy consumido en los países de Europa del Este, ha ganado mucha popularidad en los últimos años en el resto del mundo, debido a los beneficios de sus propiedades probióticas.

Te contamos todos lo que debes saber sobre el kéfir en este post.

¿Qué es el kéfir?

Kéfir en turco significa bendición y hace referencia a una bebida fermentada consumida desde hace miles de años en la zona del Cáucaso.

Se denomina kéfir tanto a los gránulos con los que se fermenta la leche como al producto resultante, un alimento probiótico que contiene hasta 30 cepas de bacterias ‘buenas’ que contribuyen a combatir tumores, microbios dañinos, carcinógenos, entre otros.

Por tanto, el kéfir favorece a la flora intestinal, facilita la digestión y mejora las defensas del organismo, ayudando a mantener la salud general, como veremos más adelante.

Se puede hacer en casa con seguridad, su producción es muy sencilla, pudiéndose elaborar con cualquier tipo de leche: de cabra, oveja, vaca, soja, arroz o coco. Se asemeja a la del yogur natural, aunque en el yogur se da solo una fermentación láctica, mientras que el kéfir provoca una fermentación lacto-alcohólica y carbonatada de la leche.

Otra diferencia con el yogur es que el kéfir tiene una mayor variedad de microorganismos probióticos.

Propiedades del kéfir

El kéfir de leche es rico en triptófano, calcio, magnesio, fósforo y vitaminas B y K, y proteínas, además de contar con bacterias beneficiosas, como ya hemos comentado.

Sin embargo, la gran ventaja de esta bebida es que reduce el contenido en lactosa, transformándola en ácido láctico, por lo que las personas intolerantes a la lactosa lo pueden beber.

Los lácteos son la primera fuente dietética de calcio por lo que, aunque no son imprescindibles, se recomienda su inclusión diaria en la alimentación (de 2-4 raciones por día). Los expertos aconsejan alternar el kéfir con otros lácteos tales como leche, requesón, cuajada, yogur o quesos.

Beneficios del kéfir

La mayoría de los beneficios del kéfir derivan de su carácter probiótico:

Protege la microbiota

El kéfir equilibra la flora intestinal y mejora la absorción de nutrientes. Al ser un probiótico ayuda a regenerar la flora y está indicado para problemas digestivos: indigestión, estreñimiento, diarrea, gastritis, inflamación intestinal e incluso candidiasis.

Asimismo, es un alimento recomendado para quien se somete a tratamientos con antibióticos y precisa regular su tránsito intestinal.

Fortalece el sistema inmunológico

Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, así como su riqueza en vitaminas y minerales es ideal para estimular las defensas y fortalecer el sistema inmunitario, además de facilitar la eliminación de toxinas y mantener la flora intestinal sana, impidiendo la infección por microorganismos a través del intestino.

Regula la hipertensión

El kéfir contribuye a reducir la presión arterial y a disminuir las concentraciones de triglicéridos, así como las del ‘colesterol malo’.

Combate la osteoporosis

Al ser rico en calcio, otro de sus beneficios es proteger el sistema óseo, paliando los efectos de enfermedades como la osteoporosis y la descalcificación. Asimismo, fortalece nuestros huesos.

Hace más digerible la leche

El kéfir favorece la digestión de la leche porque al pre-digerirla se reduce su cantidad en lactosa (el principal causante de la intolerancia), se transforma en ácido láctico y se emulsiona mejor la grasa, por eso aquellas personas que tienen problemas para asimilarla lo toleran bien.

Ayuda a controlar el peso

El kéfir es rico en proteínas y bajo en calorías. Además, al favorecer el tránsito intestinal, facilita la eliminación de grasas, contribuye al control de la saciedad y a la prevención de enfermedades como el sobrepeso.

También pueden incluirlo en su dieta las personas con diabetes, ya que contribuye a disminuir los niveles de glucemia.

 

 

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