Enfermedades más comunes en verano y cómo prevenirlas
El verano es una estación que todos esperamos con ansias debido a su clima cálido, días soleados y vacaciones. Sin embargo, a pesar de las condiciones favorables, no estamos exentos de enfrentarnos a ciertas enfermedades que son más comunes durante el verano.
Es importante comprender los factores que contribuyen a estas enfermedades y tomar medidas preventivas para mantenernos saludables mientras disfrutamos de esta temporada.
ÍNDICE
¿Por qué enfermamos en verano a pesar del buen tiempo?
Aunque el verano suele estar asociado con buen tiempo y días soleados, existen varios factores que contribuyen a que enfermemos durante esta temporada:
- Exposición al sol: Pasar mucho tiempo al aire libre bajo el sol puede llevar a quemaduras solares, deshidratación y golpes de calor si no tomamos las precauciones adecuadas.
- Mayor actividad al aire libre: Durante el verano, tendemos a participar en actividades al aire libre como nadar, acampar y hacer senderismo. Estas actividades pueden aumentar el riesgo de lesiones, picaduras de insectos y enfermedades transmitidas por vectores.
- Cambios en la alimentación: En verano, es común consumir más alimentos al aire libre, como barbacoas y comidas al fresco. Si no se manejan y almacenan adecuadamente los alimentos, puede aumentar el riesgo de intoxicaciones alimentarias.
- Uso de piscinas públicas: Las piscinas públicas pueden convertirse en focos de infecciones, como otitis y cistitis, debido al contacto con el agua contaminada o la falta de higiene adecuada.
Enfermedades más comunes en verano
Durante la temporada de verano, hay algunas enfermedades que son más comunes debido a diversos factores relacionados con el clima y las actividades propias de esta época del año.
Deshidratación
Esta condición ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente agua para funcionar correctamente. La deshidratación es un problema común durante el verano, especialmente debido a las altas temperaturas y al aumento de la actividad física que provoca una mayor pérdida de líquidos a través del sudor.
Las causas de la deshidratación pueden ser diversas, pero una ingesta inadecuada de líquidos es una de las principales. Además, otros factores como la exposición prolongada al sol, las altas temperaturas o la sudoración excesiva pueden aumentar la pérdida de líquidos.
Los síntomas de la deshidratación pueden variar según la gravedad, pero incluyen sed intensa, sequedad en la boca y los labios, orina oscura y en menor cantidad, fatiga y debilidad, mareos o desmayos, dolor de cabeza, calambres musculares y dificultad para concentrarse o confusión.
Es importante tener en cuenta que la deshidratación puede llevar a complicaciones graves si no se trata adecuadamente. Si se presentan síntomas de deshidratación, es fundamental buscar atención médica y rehidratarse adecuadamente. Esto puede implicar beber líquidos que contengan electrolitos o, en casos más graves, recibir fluidos intravenosos en un entorno médico.
Para prevenir la deshidratación te recomendamos beber suficiente agua a lo largo del día, especialmente en días calurosos y durante la práctica de actividad física. Además, es importante evitar el consumo excesivo de alcohol y bebidas con cafeína, ya que pueden aumentar la pérdida de líquidos en el cuerpo. También se recomienda consumir alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras.
Golpe de calor
El golpe de calor es una condición grave que puede ocurrir durante el verano, sobre todo durante una ola de calor, cuando el cuerpo se sobrecalienta y no puede regular adecuadamente su temperatura interna. Esta condición puede ser potencialmente peligrosa y requiere atención médica inmediata.
Los síntomas iniciales del golpe de calor pueden incluir sed intensa, mareos, debilidad, confusión, dolor de cabeza, náuseas y piel caliente y seca. Si no se trata rápidamente, la condición puede empeorar y manifestarse con síntomas más graves, como convulsiones, pérdida del conocimiento, pulso rápido y fuerte, respiración rápida y superficial, y en casos extremos, incluso coma y muerte.
Para prevenir un golpe de calor mantén una adecuada hidratación bebiendo suficiente agua y evitar la exposición prolongada al sol durante las horas más calurosas del día. Busca lugares frescos y con sombra para descansar. Utiliza ropa ligera y de colores claros que permita la ventilación y protégete del sol utilizando sombreros y gafas de sol.
Quemaduras solares
Las quemaduras pueden ser muy dolorosas y perjudiciales para la piel, por lo que es esencial tomar medidas para prevenirlas. Ocurren cuando la piel se expone al sol sin la protección adecuada. Los rayos UV dañan las células de la piel, causando enrojecimiento, inflamación y dolor. Además, la exposición excesiva al sol aumenta el riesgo de desarrollar problemas más graves a largo plazo, como cáncer de piel y envejecimiento prematuro.
En caso de sufrir una quemadura solar, es importante tomar medidas para aliviar el malestar y promover la curación de la piel. Puedes aplicar compresas frías o tomar baños frescos para reducir la inflamación y el dolor o utilizar cremas hidratantes específicas. Además, es importante evitar rascar o pelar la piel afectada, ya que esto puede aumentar el riesgo de infección.
Si las quemaduras solares son graves, presentan ampollas grandes, fiebre u otros síntomas preocupantes, se debe buscar atención médica de inmediato.
Para prevenir quemaduras solares evita la exposición solar durante las horas pico de radiación ultravioleta y aplica protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado antes de salir al sol. Recuerda reaplicar el protector solar cada 2 horas, o más frecuentemente si estás en contacto con el agua o sudas en exceso.
Hongos
Los hongos son una de las enfermedades más comunes durante el verano debido a las condiciones cálidas y húmedas que favorecen su crecimiento. Estas infecciones fúngicas pueden afectar la piel, las uñas y las mucosas, causando molestias y malestar.
Las causas más comunes de infecciones por hongos en verano incluyen la exposición prolongada a ambientes húmedos, como piscinas, saunas, duchas públicas y áreas de uso común.
Los síntomas de las infecciones por hongos pueden variar dependiendo del área afectada, pero algunos síntomas comunes incluyen picazón, enrojecimiento, descamación de la piel, ardor y mal olor. En el caso de las infecciones por hongos en las uñas, estas pueden volverse quebradizas, gruesas y descoloridas.
Si sospechas que tienes una infección por hongos, es importante consultar a un médico. El tratamiento generalmente incluye la aplicación de cremas o lociones antifúngicas en el área afectada, y en algunos casos puede ser necesario tomar medicamentos antifúngicos por vía oral.
Para prevenir los hongos en verano debes mantener una buena higiene personal. Asegúrate de mantener la piel seca, especialmente en áreas propensas a la humedad, como los pies y las ingles. Utiliza calzado transpirable y calcetines de algodón. Evita compartir toallas, ropa y artículos personales con otras personas.
Intoxicaciones alimentarias
Las intoxicaciones alimentarias ocurren cuando consumimos alimentos contaminados con bacterias, virus, parásitos o toxinas. Las altas temperaturas y la manipulación inadecuada de los alimentos pueden favorecer el crecimiento de bacterias y otros microorganismos, lo que aumenta el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria. Por este motivo, resulta una de las enfermedades más comunes en verano.
Los síntomas más comunes incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, fiebre y malestar general.
La deshidratación es una complicación común de las intoxicaciones alimentarias, por lo que es fundamental mantenerse hidratado bebiendo líquidos claros y evitando alimentos sólidos hasta que los síntomas mejoren.
Para prevenir las intoxicaciones alimentarias, lávate las manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos. Almacena los alimentos correctamente, especialmente aquellos que son perecederos, para evitar la proliferación de bacterias. Cocina los alimentos a la temperatura adecuada y evita el consumo de alimentos crudos o mal cocidos. Asegúrate de lavar bien las frutas y verduras antes de su consumo.
Otitis
La otitis es una inflamación del oído que puede ocurrir con mayor frecuencia durante el verano, especialmente en niños. La exposición al agua, ya sea en piscinas, playas o actividades acuáticas, puede favorecer el crecimiento de bacterias y otros microorganismos en el conducto auditivo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una otitis.
Existen diferentes tipos de otitis, siendo la otitis externa y la otitis media las más comunes en verano.
- La otitis externa, también conocida como “oído de nadador”, ocurre cuando el agua queda atrapada en el canal auditivo y favorece el crecimiento de bacterias. Esto puede causar picazón, enrojecimiento, dolor e inflamación en el oído.
- La otitis media es una infección del oído medio, que se encuentra detrás del tímpano. Esta infección puede estar relacionada con la acumulación de líquido en el oído debido a la exposición al agua o a cambios de presión, como al bucear. Los síntomas incluyen dolor de oído, pérdida de audición, fiebre y sensación de presión en el oído.
Para prevenir la otitis asociada a la exposición al agua, te recomendamos tomar precauciones al nadar. Utiliza tapones para los oídos o gorros de natación para evitar que el agua entre en tus oídos. Después de nadar, seca bien los oídos con una toalla suave y evita introducir objetos en el canal auditivo.
Cistitis
La cistitis es una inflamación de la vejiga que puede ser más común en verano debido a varios factores, como la deshidratación, la exposición prolongada al calor y la retención de la orina. Esta condición afecta principalmente a las mujeres y puede causar síntomas incómodos y dolorosos.
Las causas más comunes de la cistitis en verano incluyen la falta de hidratación adecuada, el uso de trajes de baño húmedos durante períodos prolongados, el baño en piscinas con niveles altos de cloro y la retención de orina por no querer usar baños públicos.
Los síntomas de la cistitis pueden incluir dolor o ardor al orinar, necesidad frecuente de orinar en pequeñas cantidades, sensación de presión en la vejiga, orina turbia o con olor fuerte, y malestar pélvico. En algunos casos, puede haber sangre en la orina.
Para prevenir la cistitis te recomendamos tomar medidas para prevenir la cistitis. Bebe suficiente agua para mantener una buena hidratación y favorecer la eliminación de bacterias. Orina regularmente y vacía completamente la vejiga. Además, evita el uso de productos irritantes en la zona genital y asegúrate de mantener una buena higiene personal.
Picaduras de mosquito
Las picaduras de mosquito son una molestia común durante el verano, especialmente en áreas donde estos insectos son más abundantes. Además de causar picazón y malestar, los mosquitos pueden transmitir enfermedades graves, como el dengue, la malaria o el virus del Nilo Occidental.
Si bien la mayoría de las picaduras de insectos, como las de mosquitos, son generalmente inofensivas y solo causan molestias temporales, en algunas ocasiones pueden surgir complicaciones o reacciones alérgicas más graves.
Si experimentas síntomas como la hinchazón excesiva, la expansión rápida de la inflamación o la afectación de áreas cercanas, debes consultar a un médico de urgencia.
Para prevenir las picaduras de mosquito evita el contacto con sustancias a las que sepas que eres alérgico y mantén tu entorno limpio y libre de alérgenos. Utiliza repelentes de insectos para evitar picaduras y utiliza ropa protectora cuando estés en áreas propensas a la presencia de insectos. En caso de picaduras, aplica lociones o cremas calmantes y evita rascarte para prevenir posibles complicaciones.
Si tienes cualquier duda sobre las enfermedades más comunes en verano, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
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