Cómo combatir una ola de calor

En los últimos años, hemos sido testigos de fenómenos climáticos cada vez más extremos, y las olas de calor no son una excepción. Estos eventos climáticos representan una preocupación significativa debido a sus efectos negativos en la salud y el bienestar de las personas, por lo que cabe preguntarse cómo se debe combatir una ola de calor.

Para este año, se han previsto temperaturas inusuales en España durante los meses de junio y julio de 2023. Según los meteorólogos de El Tiempo, se espera que el país experimente condiciones climáticas excepcionales, con temperaturas que superarán ampliamente los promedios históricos. Además, los datos de la Agencia Estatal de Meteorología muestran que los veranos en España se han vuelto cada vez más calurosos desde 1980, con olas de calor que resultan cada vez más frecuentes e intensas.

Estas predicciones resaltan la importancia de estar preparados y tomar medidas preventivas para hacer frente a las altas temperaturas y minimizar los riesgos para la salud.

¿Qué es una ola de calor y por qué debemos preocuparnos?

Una ola de calor se refiere a un período prolongado de temperaturas extremadamente altas que superan los niveles habituales para esa estación y área geográfica específica. Estas condiciones climáticas extraordinariamente calurosas pueden durar varios días o incluso semanas, y se caracterizan por un aumento significativo de la temperatura ambiente.

Los efectos de las olas de calor en el organismo

Las olas de calor pueden tener efectos significativos en el organismo debido al aumento extremo de las temperaturas. Estos efectos pueden variar desde síntomas leves hasta condiciones médicas graves.

  • Deshidratación: El calor intenso provoca una mayor transpiración, lo que puede llevar a una pérdida rápida de líquidos y electrolitos en el cuerpo. La deshidratación puede causar fatiga, mareos, sequedad de boca y labios, sed intensa y disminución de la producción de orina.
  • Agotamiento por calor: El agotamiento por calor es una etapa previa al golpe de calor y se caracteriza por síntomas como debilidad, fatiga, sudoración excesiva, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, calambres musculares y mareos. Si no se trata, el agotamiento por calor puede progresar hacia un golpe de calor.
  • Problemas dermatológicos: La exposición prolongada al sol y el calor intenso pueden provocar quemaduras solares, insolación y erupciones cutáneas, como la urticaria por calor. Además, la sudoración excesiva puede obstruir los poros y contribuir al desarrollo de afecciones cutáneas, como el acné y la foliculitis.
  • Agravamiento de condiciones de salud preexistentes: Las olas de calor pueden agravar las condiciones médicas preexistentes, como enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales. El calor extremo puede ejercer una carga adicional en el sistema cardiovascular y respiratorio, lo que aumenta el riesgo de complicaciones y exacerbaciones de estas enfermedades.
  • Golpe de calor: El golpe de calor es una condición médica grave que puede ocurrir cuando el cuerpo no puede regular adecuadamente su temperatura interna. Los síntomas incluyen temperatura corporal elevada (generalmente por encima de 40 °C), piel seca y caliente, pulso rápido y fuerte, confusión, mareos, convulsiones y pérdida del conocimiento. El golpe de calor requiere atención médica inmediata, ya que puede ser potencialmente mortal.

Medidas de prevención: cómo prepararse para una ola de calor

Las medidas de prevención son fundamentales para prepararse y combatir adecuadamente ante una ola de calor y reducir los riesgos para la salud. Algunas recomendaciones importantes a tener en cuenta:

Cómo combatir una ola de calor

Cuidados especiales para personas vulnerables durante las olas de calor

Durante las olas de calor, es fundamental prestar especial atención a las personas vulnerables, quienes pueden ser más susceptibles a los efectos negativos del calor intenso. A continuación, te presentamos algunos cuidados especiales que debes tener en cuenta para proteger su salud y bienestar:

  • Personas mayores: Los adultos mayores son más propensos a sufrir deshidratación y golpes de calor. Asegúrate de que estén hidratados, proporcionándoles agua fresca regularmente y recordándoles que beban incluso si no sienten sed. También es esencial que se mantengan en ambientes frescos, evitando la exposición prolongada al sol y ofreciéndoles opciones para refrescarse, como duchas o paños húmedos.
  • Niños y bebés: Debes mantener a los menores hidratados, ofreciéndoles líquidos adecuados a su edad de forma regular. Evita exponerlos al sol directo y procura vestirlos con ropa ligera y transpirable. Además, controla constantemente su temperatura corporal y busca atención médica si presentan signos de malestar o deshidratación.
  • Personas con enfermedades crónicas: Aquellas personas que padecen enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas o respiratorias, tienen un mayor riesgo durante las olas de calor. Deben asegurarse de seguir las indicaciones de su médico y tomar los medicamentos según lo prescrito.
  • Personas con movilidad reducida: Las personas con movilidad reducida pueden tener dificultades para refrescarse o buscar lugares frescos durante el calor extremo. Es fundamental asegurarse de que tengan acceso a espacios con aire acondicionado o ventiladores, y ofrecerles asistencia para mantenerse hidratados y cómodos.

Cómo actuar en caso de emergencia

En caso de enfrentar una emergencia como un golpe de calor o agotamiento por calor, es importante actuar de manera rápida y adecuada para garantizar la seguridad y el bienestar de la persona afectada.

Agotamiento por calor

En primer lugar, es fundamental trasladar a la persona afectada a un lugar fresco y sombreado, permitiéndole descansar y relajarse para facilitar su recuperación.

Se debe asegurar una adecuada hidratación proporcionando líquidos frescos, como agua o bebidas deportivas, en pequeñas cantidades y de forma regular. Para refrescar el cuerpo, se pueden utilizar paños húmedos, toallas frías o una ducha tibia. Estas medidas ayudarán a reducir la temperatura corporal de la persona afectada.

Es fundamental estar atentos a los síntomas de agotamiento por calor, como debilidad, mareos, náuseas, calambres musculares y piel pálida. Si los síntomas persisten o empeoran, se debe buscar atención médica adecuada.

Asimismo, es importante evitar la exposición continua al calor y asegurarse de que la persona afectada no regrese a un ambiente cálido hasta que se haya recuperado completamente.

Ante cualquier situación de agotamiento por calor siempre es recomendable buscar ayuda médica para una evaluación adecuada y recibir el tratamiento necesario.

Golpe de calor

En caso de enfrentar un golpe de calor, es crucial actuar de manera rápida y efectiva para proteger la salud de la persona afectada. Lo primero que debemos hacer es buscar un ambiente con aire acondicionado o ventiladores para ayudar a reducir su temperatura corporal.

Para refrescar el cuerpo, se pueden aplicar compresas de agua fría o envolver a la persona en toallas mojadas. También es recomendable utilizar ventiladores o abanicos para fomentar la evaporación del sudor. Además, se debe asegurar una adecuada hidratación ofreciendo agua en pequeñas cantidades y de manera regular.

En casos graves, cuando los síntomas no mejoran o empeoran, es imprescindible buscar atención médica de inmediato. El golpe de calor puede ser potencialmente peligroso y requerir intervención profesional para evitar complicaciones.

 

Si tienes alguna duda sobre los golpes de calor y sus consecuencias no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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