Apnea obstructiva del sueño

EN QUÉ CONSISTE LA APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO

Muchas personas roncan durante la noche. Es algo normal, especialmente en hombres, aunque puede resultar molesto para la pareja o los familiares que conviven con esa persona. Sin embargo, debemos estar atentos y descartar que los ronquidos estén relacionados con la apnea obstructiva del sueño, una patología respiratoria que produce trastornos en el descanso de las personas y que puede derivar en problemas de salud graves, como hipertensión, infartos o ictus.

¿Qué es la apnea obstructiva del sueño?

La apnea obstructiva del sueño es un trastorno que se produce cuando la respiración se detiene mientras dormimos. Esto se debe a un colapso en el interior de la faringe causado por el cierre involuntario de los tejidos musculares de la parte superior de la garganta, lo que provoca una caída transitoria en los niveles de oxígeno de la sangre.

Existen una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir este problema:

  • Tener unas amígdalas grandes que puedan bloquear las vías respiratorias.
  • Tener una lengua grande que pueda retraerse y bloquear por tanto las vías respiratorias.
  • Tener el maxilar inferior más corto que el superior.
  • Tener un cuello grande.
  • Determinadas formas del paladar o de la vía respiratoria que provocan el colapso de las mismas.
  • Sufrir obesidad.

¿Cuáles son los síntomas?

La principal manifestación de la apnea son los ronquidos. En general, los pacientes que sufren este trastorno suelen comenzar a roncar muy fuerte al poco tiempo de quedarse dormidos. Cuando se produce la apnea, el ronquido se interrumpe y se produce un breve periodo de silencio, tras el cual se produce un fuerte resoplido mientras el paciente intenta volver a respirar.

Las personas que sufren apnea obstructiva del sueño no suelen darse cuenta de ello, por lo que es casi siempre la pareja la que da la voz de alarma cuando este patrón se repite con frecuencia durante las noches.

Otros síntomas que pueden aparecer en el paciente son los siguientes:

  • Somnolencia durante el día, lo que aumenta el riesgo de sufrir accidentes de tráfico o laborales.
  • Irritabilidad, depresión, disminución del rendimiento laboral.
  • Aumento del riesgo de sufrir hipertensión arterial.
  • Aumento del riesgo de sufrir una angina de pecho o un infarto.
  • Aumento del riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares o ictus.

¿Qué tratamiento se puede seguir?

Una vez detectada la apnea obstructiva del sueño, el profesional médico puede optar por seguir diferentes tratamientos:

  • Tratamientos preventivos: para prevenir la apnea debemos seguir una serie de pautas que nos ayudarán a respirar mejor durante la noche. Bajar de peso y evitar dormir sobre la espalda son las más efectivas, pero también es importante evitar el alcohol y el tabaco.
  • Tratamientos quirúrgicos: en casos graves se puede optar por la cirugía para corregir los problemas en las vías respiratorias que derivan en la apnea, aunque el éxito en este tipo de intervenciones no está garantizado.
  • Tratamiento con presión positiva de aire o CPAP: es el tratamiento más utilizado y recomendado, ya que resuelve el problema en el 90% de los casos. Se trata de un aparato que genera presión y emite una corriente de aire que el paciente recibe a través de una mascarilla mientras duerme. Esto ayuda a que esta persona respire con normalidad durante la noche, por lo que desaparecen los ronquidos y la somnolencia.

Como siempre, nuestra recomendación es que acudas al especialista ante cualquier síntoma. Él mejor que nadie podrá evaluar tu caso y elegir qué tipo de tratamiento es el que más te conviene.