Cáncer del sistema inmunitario: el linfoma

CÁNCER DEL SISTEMA INMUNITARIO: EL LINFOMA

El linfoma es un tipo de cáncer que afecta a los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que se encarga de defender a nuestro organismo de las infecciones y que, por tanto, forma parte del sistema inmunitario. Aunque no es uno de los cánceres más comunes, es importante que conozcamos los tipos de linfoma que existen y cuáles son sus síntomas.

Tipos de linfoma

En general, se suele hablar de dos tipos de linfoma: el de Hodgkin y el no-Hodgkin:

Linfoma de Hodgkin

Este tipo de cáncer es el que menos aparece y se caracteriza porque las células cancerosas son un tipo anormal de linfocitos B, conocidos como células de Reed-Sternberg. Suele afectar a más hombres que mujeres y puede aparecer a cualquier edad.

Linfoma no-Hodgkin

Es mucho más común que el anterior y, en este caso, las células afectadas son las células B y T. Los linfocitos B protegen al organismo frente a las infecciones gracias a la producción de anticuerpos, mientras que los linfocitos T son los responsables de coordinar la respuesta inmune celular.

Es preciso señalar que la mayor parte de linfomas se curan (aproximadamente el 60%), un porcentaje que aumenta en el caso de los linfomas de Hodgkin.

Síntomas del linfoma

El síntoma más común del linfoma es la aparición de un bulto en zonas como el cuello, las axilas o las ingles. Estos bultos no suelen ser dolorosos y están provocados por la inflamación de los ganglios linfáticos.

El principal problema a la hora de diagnosticar un linfoma es que sus síntomas son muy similares a los de un resfriado común:

  • Fiebre.
  • Sudoración excesiva, especialmente durante la noche.
  • Tos o dificultad para respirar.
  • Pérdida de apetito.
  • Sensación de cansancio y falta de energía.
  • Pérdida de peso sin causa aparente.

 

En el caso de que aparezcan estos síntomas y se sospeche que pueda sufrirse la enfermedad, deberemos acudir al especialista lo antes posible. Él se encargará de realizar las pruebas necesarias para emitir un diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado si fuera necesario.