Guía paso a paso: Cómo curar una herida infectada
¿Tienes una herida que no mejora, se ve enrojecida o supura? Podría estar infectada. Saber cómo curar una herida infectada de forma correcta es clave para evitar molestias mayores y ayudar a que cicatrice bien. Aunque puede asustar un poco, con los cuidados adecuados es posible tratar muchas de estas heridas en casa sin complicaciones.
En este artículo te contamos cómo reconocer los signos de infección, qué pasos seguir para curar la herida paso a paso y cuándo es importante acudir al médico.
ÍNDICE
¿Cómo saber si una herida está infectada?
Cuando te haces una herida, tu cuerpo pone en marcha un proceso natural de defensa para evitar que se infecte. La piel actúa como barrera contra las bacterias, y si se rompe, el sistema inmunológico responde enviando glóbulos blancos a la zona para combatir cualquier microorganismo que intente entrar. Sin embargo, a veces esta defensa no es suficiente.
Lo más habitual es que una herida se infecte si está abierta, como en el caso de cortes, raspaduras o quemaduras. Pero también puede pasar con heridas que ya parecen cicatrizadas, sobre todo si no han sanado del todo o si se vuelven a irritar por un golpe o roce.
Algunas partes del cuerpo, como los pies, las manos, las axilas o las ingles, son más propensas a desarrollar infecciones por el sudor, el roce constante o el contacto frecuente con bacterias. También hay más riesgo si la herida es profunda, si fue causada por un objeto sucio o si ha estado expuesta al polvo o al agua contaminada.
Para saber si una herida está infectada, hay que prestar atención a estas señales:
- Enrojecimiento que se extiende más allá del borde de la herida.
- Hinchazón o sensación de inflamación en la zona.
- Dolor persistente o creciente, en lugar de mejorar con el paso de los días.
- Presencia de pus o secreción blanquecina o amarilla.
- Calor al tacto, como si la piel estuviera más caliente en esa zona.
- Mal olor proveniente de la herida.
- Fiebre o sensación de malestar general, en casos más avanzados.
Si tu herida presenta uno o varios de estos signos, es importante actuar cuanto antes para evitar que la infección se extienda.
Cómo curar una herida infectada: Paso a paso
Si has identificado signos de infección, no te preocupes: muchas heridas pueden tratarse en casa si se actúa con cuidado y siguiendo algunos pasos básicos. Eso sí, si la herida es muy profunda, el enrojecimiento se extiende rápidamente, tienes fiebre o el dolor es intenso, lo mejor es acudir al médico cuanto antes.
Para casos leves o moderados, este es el proceso recomendado:
- Lávate bien las manos: Antes de tocar la herida, asegúrate de que tus manos estén limpias. Usa agua y jabón, o un gel con base de alcohol si no tienes acceso a agua.
- Limpia la herida con suavidad: Lava la zona afectada con suero fisiológico o agua templada y jabón neutro.
- Elimina restos y secreciones: Si hay costras, pus o suciedad visible, retíralos con una gasa estéril humedecida, siempre con movimientos suaves y sin frotar.
- Aplica un antiséptico: Usa un antiséptico suave (como clorhexidina o povidona yodada) para desinfectar la herida. Aplícalo con una gasa limpia o directamente según las indicaciones del producto.
- Deja que la herida respire o cúbrela si es necesario: Si la herida está en una zona que puede ensuciarse o rozarse con la ropa, cúbrela con una gasa estéril y un esparadrapo. Si está en un lugar limpio y no hay riesgo de contacto, puedes dejarla al aire.
- Repite la limpieza una o dos veces al día: Mantén la herida vigilada y limpia hasta que notes mejoría.
¿Cuándo hay que acudir al médico por una herida?
Aunque muchas heridas infectadas pueden curarse en casa con los cuidados adecuados, hay situaciones en las que es mejor no esperar y consultar a un profesional. Acudir al médico a tiempo puede evitar complicaciones y asegurar un tratamiento más efectivo.
Deberías buscar atención médica si:
- La herida es profunda, muy grande o causada por un objeto sucio o oxidado.
- El enrojecimiento se extiende rápidamente o aparece una mancha roja alrededor.
- Hay mucha cantidad de pus, el dolor aumenta o no mejora con los días.
- Tienes fiebre, escalofríos o te sientes decaído.
- La herida no cicatriza después de varios días, a pesar de los cuidados.
- Presentas enfermedades como diabetes, problemas circulatorios o inmunodepresión, que pueden dificultar la curación.
También es recomendable acudir al médico si no estás seguro de cuándo fue tu última vacuna contra el tétanos, sobre todo si la herida fue causada por un objeto punzante o contaminado.
Ante la duda, lo más seguro siempre es consultar. A veces, un pequeño gesto a tiempo evita problemas mayores.
Preguntas frecuentes
¿Son buenos el alcohol o el agua oxigenada para curar heridas infectadas?
No son la mejor opción. Aunque durante mucho tiempo se usaron para desinfectar, tanto el alcohol como el agua oxigenada pueden irritar la piel y dañar el tejido sano, lo que puede retrasar la cicatrización. Es preferible limpiar la herida con suero fisiológico y aplicar un antiséptico suave, como la clorhexidina o la povidona yodada.
¿Cuánto tarda en curarse una herida infectada?
Depende del tipo de herida, de su ubicación y de cómo evolucione la infección. Si se trata bien desde el principio, puede empezar a mejorar en pocos días. Pero si la infección es más intensa, la curación puede tardar una o dos semanas, o incluso más. Es importante vigilar los síntomas y no dejar de hacer las curas diarias.
¿Qué pasa si no se trata una herida infectada?
Si no se trata a tiempo, la infección puede extenderse a los tejidos cercanos o incluso a la sangre (lo que se conoce como sepsis). También puede dejar cicatrices más visibles o requerir antibióticos. Por eso, aunque parezca una molestia menor, es clave actuar cuanto antes.
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