¿La peritonitis necesita operación?
El dolor abdominal agudo lleva a miles de personas a las salas de emergencia cada día. Se estima que entre el 5 y el 10 % de las consultas en estos centros de urgencias se deben a malestares en la región abdominal, siendo más del 30 % atribuible a un enigma médico: el dolor abdominal no específico (DANE). Existen muchas razones para tener dolor en el abdomen, desde problemas simples hasta situaciones más serias. Entre estas, hay una que no es muy conocida, pero puede ser peligrosa si no se atiende: las peritonitis. En este artículo exploraremos a fondo este trastorno abdominal y cuándo se requiere o no una operación para tratar la peritonitis.
ÍNDICE
¿Qué es la peritonitis?
La peritonitis es una afección médica que implica la inflamación del peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal y los órganos internos. Esta inflamación puede surgir de manera repentina (peritonitis aguda) o desarrollarse gradualmente a lo largo del tiempo (peritonitis crónica).
- Peritonitis aguda: Se caracteriza por un inicio repentino y síntomas graves. La peritonitis aguda generalmente se presenta con dolor abdominal intenso, sensibilidad al tacto, fiebre, náuseas y vómitos. Es una condición médica de emergencia que requiere tratamiento inmediato, a menudo con antibióticos y, en algunos casos, cirugía para corregir la causa subyacente.
- Peritonitis crónica: A diferencia de la forma aguda, la peritonitis crónica se desarrolla gradualmente y los síntomas pueden ser menos intensos. Puede ser el resultado de infecciones recurrentes o de procesos inflamatorios persistentes. Aunque los síntomas pueden no ser tan evidentes como en la forma aguda, la peritonitis crónica aún puede llevar a complicaciones a largo plazo y requerir tratamiento médico continuo.
La peligrosidad de la peritonitis radica en la importancia del peritoneo, que desempeña un papel crucial en el funcionamiento normal del sistema digestivo y en la protección de los órganos abdominales.
Causas
Las causas principales de la peritonitis incluyen:
- Infección bacteriana: La causa más común de peritonitis es la infección bacteriana. Esta infección puede originarse en el tracto gastrointestinal, como en casos de apendicitis, perforación intestinal o diverticulitis, donde las bacterias del intestino pueden entrar en la cavidad abdominal.
- Traumatismos o lesiones: Lesiones traumáticas, como perforaciones en el abdomen debido a heridas de arma blanca o de fuego, pueden causar peritonitis al permitir que las bacterias ingresen a la cavidad abdominal.
- Perforación de órganos internos: La perforación de órganos internos, como el apéndice, el estómago, el intestino delgado o el colon, puede llevar a la liberación de contenido intestinal y bacterias en la cavidad abdominal.
- Cirugía abdominal: La peritonitis también puede ocurrir como una complicación de cirugías abdominales, especialmente si hay una fuga de contenido intestinal.
- Pancreatitis: En algunos casos, la inflamación del páncreas (pancreatitis) puede extenderse a la cavidad abdominal y causar peritonitis.
Síntomas de la peritonitis
Cuando el peritoneo se inflama, puede causar una serie de problemas graves:
- Dolor abdominal intenso: La inflamación provoca dolor agudo y constante en el abdomen, lo cual puede ser muy molesto para el paciente.
- Infección generalizada: La infección que causa la peritonitis puede extenderse rápidamente a través de la cavidad abdominal y, eventualmente, entrar en el torrente sanguíneo. Esto puede llevar a una infección generalizada o sepsis, que es potencialmente mortal.
- Compromiso de la función de los órganos: La inflamación puede afectar la función normal de los órganos abdominales, como el intestino, el hígado y los riñones. Esto puede llevar a problemas como la disfunción renal o la obstrucción intestinal.
- Acumulación de líquido en la cavidad abdominal: La peritonitis puede causar la acumulación de líquido en la cavidad abdominal, lo que se conoce como ascitis. Esto puede complicar aún más el cuadro clínico y contribuir a la disfunción de los órganos.
- Shock: En casos graves, la peritonitis puede llevar al shock, una condición en la cual el cuerpo no recibe suficiente flujo sanguíneo, lo que puede resultar en daño a órganos vitales y ser potencialmente fatal.
¿Cuándo es necesario realizar una operación por peritonitis?
El criterio para realizar una operación por peritonitis se basa en varios factores.
En primer lugar, cuando la peritonitis es aguda y se presenta con síntomas graves como dolor abdominal intenso, sensibilidad al tacto, fiebre alta y signos de shock, la cirugía puede ser necesaria de inmediato.
Además, si hay una causa identificable que contribuye a la peritonitis, como una perforación en el tracto gastrointestinal, apendicitis perforada, diverticulitis grave o una obstrucción intestinal, la cirugía se considera para corregir el problema y eliminar la fuente de la infección.
En situaciones en las que el tratamiento con antibióticos no es efectivo para controlar la infección o cuando la condición del paciente empeora a pesar del tratamiento, la cirugía puede ser la opción más adecuada.
Si se forman abscesos dentro de la cavidad abdominal, la cirugía puede ser necesaria para drenar estos abscesos y eliminar el material infectado.
Además, en casos de peritonitis recurrente o crónica, especialmente cuando existen causas subyacentes persistentes, la cirugía puede considerarse para corregir la condición subyacente y prevenir futuros episodios.
Proceso de la cirugía
Antes de una operación de peritonitis, se realiza una evaluación preoperatoria detallada, que incluye pruebas de laboratorio, imágenes diagnósticas y una evaluación general del estado del paciente. Durante la intervención, se administra anestesia general al paciente.
Una vez que el paciente está anestesiado, se realiza una incisión en la pared abdominal para acceder a la cavidad abdominal. La ubicación y el tamaño de la incisión son determinados por la naturaleza de la cirugía. Con acceso a la cavidad abdominal, el cirujano realiza una exploración visual para evaluar la extensión de la infección y examinar los órganos internos en busca de anormalidades.
En el caso de encontrar perforaciones u otras lesiones que contribuyen a la peritonitis, el cirujano procede a realizar las reparaciones necesarias, como suturas o la eliminación de tejido dañado. Si se han formado abscesos intraabdominales como resultado de la infección, se pueden drenar durante la cirugía para eliminar el material infectado.
Una vez completadas las intervenciones necesarias, se procede al cierre de la incisión, utilizando suturas o grapas según la situación específica. Posteriormente, el paciente es trasladado a la sala de recuperación, donde se monitorea su recuperación inmediata. Se proporciona el manejo del dolor y cualquier otro cuidado postoperatorio necesario.
Recuperación postoperatoria
Después de la operación de peritonitis, los pacientes suelen permanecer en el hospital para ser monitoreados de cerca. En casos leves, donde la intervención quirúrgica es mínima y la recuperación es más rápida, el tiempo en el hospital puede ser de varios días. Mientras que, en situaciones más complejas o en casos de peritonitis grave, la estancia hospitalaria puede extenderse a varios días o incluso semanas.
Durante la fase inicial, se administran cuidados postoperatorios, como analgésicos para controlar el dolor, antibióticos para prevenir infecciones y líquidos intravenosos para mantener una hidratación adecuada. Los profesionales médicos también evalúan la función de los órganos vitales y la respuesta del cuerpo a la cirugía.
A medida que el paciente avanza en la recuperación, se pueden introducir gradualmente líquidos y alimentos, según la tolerancia y el restablecimiento de la función intestinal. La movilización temprana es fundamental para prevenir complicaciones como la trombosis venosa profunda y acelerar la recuperación general.
¿Qué ocurre si no se opera una peritonitis?
Si no se trata adecuadamente, la peritonitis puede tener consecuencias graves y potencialmente mortales. La intervención quirúrgica es a menudo necesaria para abordar la causa subyacente de la peritonitis y prevenir la propagación de la infección.
Si no se opera la peritonitis, pueden ocurrir las siguientes complicaciones:
- Infección generalizada (sepsis): La peritonitis puede provocar una infección generalizada conocida como sepsis. En la sepsis, las bacterias u otros agentes infecciosos se diseminan por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo, lo que puede llevar a una respuesta inflamatoria sistémica y afectar gravemente la función de los órganos.
- Shock séptico: El shock séptico es una complicación grave de la sepsis en la que la presión arterial disminuye peligrosamente, lo que puede resultar en daño a órganos vitales y ser potencialmente mortal.
- Deterioro de la función de los órganos internos: La inflamación persistente en la cavidad abdominal puede afectar la función normal de los órganos internos, como el hígado, los riñones y los pulmones. Esto puede llevar a disfunciones orgánicas graves.
- Formación de abscesos intraabdominales: La presencia continua de infección no tratada puede dar lugar a la formación de abscesos dentro de la cavidad abdominal. Estos abscesos contienen material infectado y pueden causar complicaciones adicionales.
- Obstrucción intestinal: Dependiendo de la causa subyacente de la peritonitis, la inflamación no tratada puede llevar a la obstrucción intestinal, una condición en la cual el flujo normal de alimentos y líquidos a través del intestino se ve obstaculizado.
- Daño permanente a los órganos: La prolongación de la peritonitis sin tratamiento puede resultar en daño permanente a los órganos afectados, lo que puede tener consecuencias a largo plazo para la salud del paciente.
Si tienes alguna duda sobre la operación de peritonitis, o has identificado algún síntoma preocupante abdominal, consulta con un médico.
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