Amigdalitis vírica vs bacteriana: Diferencias y tratamiento
La amigdalitis, comúnmente conocida como anginas, es una de las razones más habituales para acudir al médico, tanto en adultos como en niños. Aunque muchas personas están familiarizadas con esta afección, algunos no saben que existen dos tipos principales: la amigdalitis vírica y la bacteriana.
Diferenciarlas no solo es importante para comprender la enfermedad, sino también para garantizar que recibas el tratamiento adecuado. En este artículo, te explicamos cómo identificar cada tipo, los tratamientos recomendados, cuándo es necesario acudir al médico y respondemos a las dudas más comunes que suelen surgir sobre esta condición.
ÍNDICE
¿Qué es la amigdalitis?
La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, dos estructuras pequeñas situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta que forman parte del sistema inmunológico.
Existen dos tipos principales de amigdalitis, según la causa que la origina:
- Amigdalitis vírica: Causada por virus, es la forma más habitual. En adultos, entre el 85% y el 90% de las infecciones de garganta tienen este origen.
- Amigdalitis bacteriana: Provocada por bacterias, siendo el estreptococo del grupo A (Streptococcus pyogenes) la causa más común. Las bacterias son responsables del 30% de los casos restantes, especialmente en infecciones más graves.
Síntomas de la amigdalitis
Es importante saber distinguir entre los síntomas de la amigdalitis vírica y la bacteriana, ya que esto te ayudará a identificarla mejor y a tomar las medidas necesarias. En la siguiente tabla, te mostramos las diferencias clave de manera sencilla.
Síntomas | Amigdalitis vírica | Amigdalitis bacteriana |
Dolor de garganta | Si | Si |
Dificultad para tragar | Si | Si |
Fiebre | Baja | Alta y repentina |
Inflamación de las amígdalas | Enrojecimiento | Placas blancas o pus |
Ganglios inflamados | Levemente sensibles | Muy sensibles al tacto |
Congestión nasal | Si | No |
Tos | Si | No |
Dolor de cabeza | Leve | Agudo |
Mal aliento | No | Si |
Cómo diferenciar la amigdalitis vírica de la bacteriana
Aunque los síntomas pueden darte pistas, solo un médico puede confirmar con seguridad si se trata de una amigdalitis vírica o bacteriana. Normalmente, basta con evaluar los síntomas y explorar la garganta, pero en ocasiones, especialmente si se consulta muy pronto, los signos clínicos pueden no ser tan evidentes.
En estos casos, los médicos pueden recurrir a test rápidos que analizan una muestra de la garganta. Estas pruebas, disponibles en muchas consultas, ofrecen resultados en solo 5-10 minutos y ayudan a decidir si es necesario prescribir antibióticos.
Es importante tener en cuenta que, si los síntomas acaban de aparecer, puede ser difícil confirmar una infección bacteriana de inmediato, ya que aún podrían no haberse desarrollado signos como las placas. Por eso, en algunos casos, los médicos recomiendan observar la evolución durante un par de días, tratar el malestar con analgésicos como paracetamol y regresar si los síntomas empeoran o la fiebre persiste.
Tratamiento para la amigdalitis vírica
El tratamiento para la amigdalitis vírica se centra en aliviar los síntomas, ya que este tipo de infección no requiere antibióticos. El cuerpo suele combatir el virus por sí solo en unos días. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para manejar los síntomas:
- Descanso: Es fundamental permitir que el cuerpo recupere energía.
- Hidratación: Beber abundantes líquidos ayuda a mantener la garganta hidratada y a reducir el malestar.
- Analgésicos: Medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno son útiles para aliviar el dolor de garganta y la fiebre.
- Gárgaras con agua salada: Pueden calmar la irritación y la inflamación de la garganta.
- Evitar irritantes: Reducir el consumo de alimentos o bebidas muy frías, calientes o picantes puede minimizar el dolor.
Tratamiento para la amigdalitis bacteriana
Cuando se diagnostica amigdalitis bacteriana, el tratamiento principal es el uso de antibióticos para eliminar la infección y prevenir complicaciones. Sin embargo, este debe ser recetado por un médico tras confirmar la causa bacteriana. A continuación, se detallan las medidas habituales:
- Antibióticos: Los más comunes son la penicilina o la amoxicilina. Es crucial seguir el tratamiento completo (7 a 10 días), incluso si los síntomas mejoran antes de terminarlo.
- Analgésicos: Medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno ayudan a aliviar el dolor y reducir la fiebre.
- Descanso: Es fundamental para que el cuerpo recupere fuerzas mientras combate la infección.
- Hidratación: Beber líquidos, preferiblemente tibios o a temperatura ambiente, ayuda a mantener la garganta hidratada y a aliviar la incomodidad.
- Higiene bucal: Mantener una buena limpieza ayuda a reducir la acumulación de bacterias en la boca y la garganta.
En algunos casos, si los síntomas no mejoran después de 48 horas de iniciar el tratamiento o si aparecen signos de complicaciones, es importante volver a consultar al médico
¿Cuándo consultar a un médico?
Como hemos visto, la amigdalitis vírica suele mejorar por sí sola en unos días, por lo que no siempre es necesario acudir al médico. Sin embargo, en el caso de la amigdalitis bacteriana, es fundamental buscar atención médica cuando hay síntomas visibles como fiebre alta, placas en las amígdalas o ganglios muy inflamados, ya que este tipo de infección requiere tratamiento con antibióticos para evitar complicaciones.
Es recomendable acudir al médico por primera vez si:
- La fiebre supera los 38,5°C.
- Hay dificultad para tragar o señales de deshidratación por no poder beber líquidos.
- Se observan placas blancas o pus en las amígdalas.
- Los ganglios del cuello están muy inflamados y sensibles.
- Los síntomas persisten o empeoran después de 48 horas de cuidados en casa.
Una vez diagnosticada, es importante volver al médico si:
- Los síntomas no mejoran tras 48 horas de iniciar el tratamiento con antibióticos.
- La fiebre persiste o reaparece después de haber remitido.
- Aparecen nuevos síntomas, como dolor de oído, dificultad para respirar o rigidez en el cuello.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto dura la amigdalitis vírica? ¿Y la bacteriana?
La amigdalitis vírica suele mejorar sola en 3-5 días.
La amigdalitis bacteriana, en cambio, no suele mejorar por completo sin tratamiento antibiótico. Con el tratamiento adecuado, los síntomas empiezan a remitir en 24-48 horas, pero es fundamental completar el ciclo de antibióticos para evitar recaídas o complicaciones.
¿Las anginas son contagiosas?
Sí, tanto la amigdalitis vírica como la bacteriana son contagiosas. Los virus y bacterias se transmiten a través de gotas al toser, estornudar o al compartir utensilios y objetos personales. Mantener una buena higiene y evitar el contacto cercano con personas enfermas ayuda a prevenir el contagio.
¿Qué complicaciones pueden surgir si no se trata la amigdalitis?
Si no se trata, la amigdalitis bacteriana puede provocar complicaciones como otitis media, absceso periamigdalino, rigidez en la mandíbula (trismus), fiebre reumática o problemas renales. Estas condiciones pueden ser graves, por lo que es importante seguir el tratamiento indicado por el médico.
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