Trabajo a turnos: salud y sueño

Trabajo a turnos: sueño e impacto en la salud

El trabajo a turnos tiene sus propias características que lo diferencian del trabajo tradicional, incluidos algunos beneficios, como el hecho de que suele ser mejor pagado, o que permite disponer de más tiempo para otras actividades o para el cuidado de los niños. Sin embargo, algunos científicos y médicos alertan sobre los efectos negativos que este tipo de empleos pueden tener sobre el sueño y sobre la salud en general de los empleados.

Aunque hablemos generalmente del trabajo a turnos, estos problemas también afectan al resto de trabajos fuera de horario habitual (entre las 7 de la mañana y las 7 de la tarde): trabajos nocturnos, turnos de tarde o cualquier otro esquema laboral fuera del rango habitual. Múltiples estudios indican que hay una conexión entre policías, enfermeras, trabajadores de fábricas, conductores de camiones o panaderos: un riesgo más elevado de sufrir algunas enfermedades.

Problemas de salud derivados del trabajo a turnos

Un estudio realizado en 2014 sugería que los trabajadores a turnos tenían más riesgo de padecer diabetes de tipo 2, en concreto, un 42% de riesgo mayor. Los autores del estudio indicaban que este tipo de trabajos dificultan que los trabajadores mantengan un ciclo de sueño-vigilia regular, lo que afecta a la calidad de su sueño y puede provocar una mayor resistencia a la insulina.

Otro estudio de ese mismo año mencionaba que el trabajo a turnos puede afectar al funcionamiento normal del cerebro. Los participantes en el estudio que trabajaban o habían trabajado a turnos parecían tener mayores problemas de memoria, velocidad de procesamiento y capacidad mental que los que tenían un trabajo tradicional.

En 2016, un estudio publicado por el American Journal of Preventive Medicine concluía que las enfermeras trabajando a turnos durante más de 5 años podían tener un riesgo mayor de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Adicionalmente, un trabajo a turnos durante más de 15 años parece incrementar el riesgo potencial de mortalidad por cáncer de pulmón.

Los ritmos circadianos

En general, todos estos estudio coinciden también en los problemas que estos trabajos causan en los ciclos de sueño y vigilia de los trabajadores, que duermen a horas poco habituales y que suelen cambiar con facilidad sus hábitos, en general, reduciendo sus horas de sueño. Algunos de los problemas más serios y persistentes en estos casos derivan de la presencia de trastornos del sueño y un estado de cansancio y adormecimiento excesivo. Todo esto tiene que ver con la alteración de los ritmos circadianos.

Tan importante es el ritmo circadiano que la OMS decidió clasificar el trabajo a turnos o con turnos poco habituales como potencial carcinógeno debido al impacto que tiene sobre éste. El ritmo circadiano se refiere a los procesos que ocurren en el cuerpo y en la mente de forma periódica, con un ciclo de 1 día de duración. Este ciclo afecta a determinados estados de la persona, como la temperatura corporal, el estado de atención y algunos niveles hormonales. El núcleo supraquiasmático, abreviado NSQ, es el centro principal de regulación de los ritmos circadianos.  Es nuestro reloj interno, y regula por ejemplo la temperatura corporal, que desciende a la hora de dormir y aumenta según se acerca la hora de despertarnos.

Hay distintos factores que afectan a los ritmos circadianos, tales como la luz, el ejercicio, las hormonas o algunos medicamentos. La televisión, los aparatos electrónicos o los hábitos sociales nocturnos también afectan nuestro reloj interno.

Diversos estudios han detectado relación entre los ritmos circadianos y la prevención o el desarrollo de ciertas enfermedades. Por ejemplo, se ha comprobado que una proteína que regula estos ritmos puede proteger contra el desarrollo del cáncer. También se ha demostrado que la exposición excesiva a la luz reduce la secreción de melatonina, lo que también puede aumentar el riesgo de cáncer. La alteración de estos ciclos afecta también a la presión sanguínea y los niveles de colesterol, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, el trabajo a turnos se asocia con determinadas conductas o comportamientos poco saludables, como el sobrepeso, la tendencia al consumo de tabaco o el estrés.

Algunos consejos para trabajadores a turnos

Para aquellos que, por elección propia o por obligación, tienen trabajos a turnos o con horarios poco habituales, el Centro de Desórdenes del Sueño de la UCLA ha realizado algunas recomendaciones y sugerencias que vale la pena seguir:

  • En los últimos días de un cambio de turno, retrasa la hora de irte a la cama y levantarte 1 o 2 horas. Esto te ayudará a adaptarte mejor al nuevo turno.
  • En la medida de lo posible, habla con los responsables de turnos para planificar un cambio de turnos a favor del reloj, lo que facilita la adaptación porque resulta más natural para el cuerpo. Es decir: turno de mañana seguido de turno de tarde y seguido de turno de noche.
  • Es una buena idea hacer una siesta antes de un turno de noche, preferiblemente de 60-90 minutos. También puedes aprovechar tu tiempo de descanso en el turno de noche para descansar 15-20 minutos.
  • Intenta mantener el mismo horario de sueño todos los días de la semana, incluso los de descanso, para no trastocar aún más los cambios en tu ritmo circadiano.

En general, la recomendación es tratar de mantener la calidad del sueño y minimizar al máximo los cambios en los ritmos de sueño y vigilia.

Por último, si notas cualquier problema de salud derivado de tu trabajo a turnos, como siempre, acude a tu médico especialista para que realice un diagnóstico adecuado y te aconseje sobre las medidas a tomar en tu caso particular.