Herpes Labial

Todo lo que debes saber sobre un herpes labial

¿Con frecuencia te aparecen pequeñas llagas en el labio? Esto es lo que se conoce como calentura o herpes labial, una infección muy común que se manifiesta con pequeñas ampollas dolorosas en la boca.

En el post de esta semana te contamos todo lo que debes saber sobre el herpes labial.

Qué es un herpes labial y cómo se contagia

El herpes labial es la manifestación externa de una infección causada por el virus Herpes Simple tipo 1 o VHS-1, y se suele contraer durante la infancia o antes de cumplir los 20 años.

Tras producirse la primera infección, el virus se vuelve inactivo en los tejidos nerviosos para después reactivarse en determinadas ocasiones y producir nuevas lesiones, lo que explica la reaparición del herpes de forma recurrente.

Se estima que el 67% de la población es portadora del virus. Sin embargo, esto no significa que a todas las personas les salga una llaga en el labio, ya que muchas de ellas se contagian y portan el virus sin llegar a tener síntomas nunca.

¿Cómo se propaga?

El VHS-1 se contagia fácilmente a través del líquido que contienen las ampollas del labio o de la saliva, incluso en personas que no tienen una infección activa en ese momento. Esto facilita su propagación:

  • Al utilizar un elemento que pueda haber estado en contacto con el herpes de otra persona: toallas, vasos, cosméticos, artículos de aseo, etc.
  • Mediante partículas de saliva en el aire: tos, estornudos…
  • Al tener contacto personal o íntimo con una persona infectada.

Síntomas del herpes labial

Los síntomas pueden aparecer entre dos y catorce días después de entrar en contacto con el virus por primera vez, y pueden durar hasta tres semanas, siendo generalmente menos intensos cuando aparecen las siguientes veces.

Es habitual que la infección por este virus sea asintomática o produzca manifestaciones leves que pasen desapercibidas. Algunas personas desarrollan úlceras en la boca en el momento de entrar en contacto con el virus, mientras que otras no presentan signos.

Antes de la aparición de la llaga, las personas infectadas sienten una sensación de hormigueo, picor o quemazón en la zona. Además, de dolor de garganta y dificultades al tragar, fiebre y/o inflamación de los ganglios linfáticos locales.

Cuando el virus se manifiesta de forma externa lo hace en forma de ampolla, cubierta de un líquido claro, casi transparente, que puede volverse más amarillento cuanto más próximas están a romperse.

Una vez que las ampollas se rompen, liberan el líquido y se forma una costra sobre la herida que queda. Esta herida suele curarse al cabo de los días y suele desaparecer por completo unas semanas después sin dejar cicatriz.

Factores que desencadenan un herpes labial

La causa de que esta infección reaparezca cada cierto tiempo es debido a que el virus se queda “dormido” en las células nerviosas de la piel de la cara y, cuando se dan las condiciones que favorecen la infección, se reactiva y comienza el ciclo de nuevo.

Algunas circunstancias que pueden favorecerlo son:

  • Un proceso infeccioso (por ejemplo, un resfriado).
  • La menstruación.
  • Episodios de fiebre.
  • La exposición prolongada al sol sin la debida protección.
  • El frío.
  • Los cambios hormonales, como el embarazo.
  • Los problemas leves en la piel del labio, como la sequedad o las grietas.
  • El estrés, el cansancio y la ansiedad.

¿Tiene tratamiento?

El herpes labial se puede aliviar mediante medicamentos antivíricos y apósitos, los cuales ayudarán a proteger y a reducir la intensidad de la infección, pero no la curarán.

Por otra parte, también es aconsejable aplicarse frío local para aliviar las molestias y no tocar las lesiones para evitar la diseminación del virus, la infección de la zona afectada o dificultar la cicatrización, y lavarlas con jabón antiséptico para que no se infecten y empeoren. Además, se deben evitar las bebidas muy calientes y los alimentos picantes, salados y ácidos, ya que pueden molestar en la herida.

Si el dolor es muy agudo, se puede tomar un analgésico oral, como ibuprofeno o paracetamol.

Cómo evitar el contagio del herpes labial

El virus del herpes labial es muy contagioso y pasa de una persona a otra por contacto directo. Las personas portadoras del virus pueden transmitirlo a otras incluso si en ese momento no tienen lesiones visibles.

Para prevenir el contagio del herpes las recomendaciones son las siguientes:

  • No besar a nadie mientras duren las lesiones.
  • No compartir los utensilios, tales como cubiertos, pajitas, vasos o platos ni artículos de asea diario que hayan utilizado las personas infectadas. Lavar cuidadosamente todos los utensilios después de usarlos.
  • Se recomienda evitar que los labios se resequen, por lo que se aconseja el empleo de bálsamos labiales, además de llevar un estilo de vida saludable (dieta sana, descanso y ejercicio) que impida que las defensas disminuyan y deje al organismo más expuesto a las infecciones externas.
  • Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de tocar la zona en la que se localizan las lesiones herpéticas o tras aplicar los fármacos para su tratamiento.

Habitualmente, el herpes labial desaparece al cabo de dos o tres semanas. No obstante, si las lesiones no mejoran o  se agravan es conveniente acudir al médico.

 

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