Síndrome de Asperger

Síndrome de Asperger: qué es y cuáles son sus síntomas

El síndrome de Asperger es un tipo de autismo caracterizado por dificultades sociales y de comunicación y patrones de comportamiento repetitivos y/o restrictivos.

Una persona con Asperger encuentra extremadamente difícil leer las señales sociales y por tanto le resulta más complicado comunicarse e interactuar con otros. Esta situación puede llevarle a estados de ansiedad y confusión. Aunque no hay estadísticas oficiales, se estima que en la actualidad el Asperger afecta a entre 1 y 5 de cada 1.000 nacimientos, y tiene una incidencia cuatro veces superior en hombres que en mujeres.

Algunos datos sobre el síndrome de Asperger

  • El síndrome de Asperger se encuentra encuadrado en los Trastornos del Espectro Autista (TEA), aunque por sus competencias intelectuales y lingüísticas se mantiene como una entidad diferenciada del autismo clásico.
  • Afecta a la comunicación y las habilidades sociales.
  • Un niño con Asperger puede mostrar signos del trastorno en su primer año de vida.
  • Afecta más a los hombres que a las mujeres.
  • Algunos signos de Asperger incluyes interés obsesivo por algunos temas, comunicación verbal excesivamente formal, rituales, aislamiento social, retraso en habilidades motoras, falta de imaginación o dificultades sensoriales.
  • Las estrategias educativas pueden mejorar notablemente la calidad de vida de las personas con Asperger.

Síntomas del síndrome de Asperger

Las señales y síntomas de Asperger pueden variar enormemente de unas personas a otras. Los primeros síntomas pueden aparecer durante el primer año de vida, observándose cierta torpeza derivada de una pobre coordinación motora.

Algunos de los síntomas más frecuentes de Asperger son:

  • Intereses restrictivos o repetitivos, por ejemplo, volviéndose expertos en un único tema y realizando actividades que incluyen colección, numeración o listado de elementos.
  • Comunicación verbal distinta o excesivamente formal. Puede haber falta de ritmo o entonación, de modo que su habla suena plana, monótona o anormalmente lenta o rápida. El volumen puede ser inapropiado.
  • Pueden tener rutinas, reglas y rituales que mantienen metódicamente para reducir su confusión. Un cambio en sus rutinas puede provocar enfado o ansiedad.
  • Aislamiento social, derivado de sus limitadas habilidades sociales y su tendencia a hablar de un único tema. Puede parecer que no tienen interés en otras personas y resultar distantes, por lo que hacer y mantener amigos puede ser difícil para ellos.
  • Retraso en el desarrollo motor, a causa de su pobre coordinación, lo que puede dificultarles la realización de acciones que requieren cierta precisión, como atarse los zapatos. La forma de andar de la persona puede ser rígida o saltarina, y es posible que no mueva los brazos mientras camina.
  • Problemas con la proximidad: las personas con Asperger pueden encontrar dificultades para saber la distancia a la que deben mantenerse cuando hablan con otras personas.
  • El humor, las bromas, el sarcasmo o la ironía pueden causarles estrés y confusión, ya que estás personas pueden tender a tener una interpretación del mundo que les rodea excesivamente literal.
  • Falta de imaginación: puede ser difícil para una persona con Asperger imaginar resultados alternativos para distintas situaciones, por lo que los juegos que incluyen asumir distintos roles o situaciones imaginarias pueden ser frustrantes o imposibles con ellos.

Estas dificultades pueden no ser reconocidas hasta que las demandas de su entorno crecen, lo que puede suceder en la adolescencia o el comienzo de la edad adulta.

Los temas relacionados con la lógica, la memoria y los sistemas cerrados pueden resultar muy interesantes para las personas con Asperger, por lo que pueden ser personas con una gran habilidad para las matemáticas, la informática o la música.

Tratamiento

El tratamiento del síndrome de Asperger habitualmente va relacionado con terapias que ayuden al individuo a adaptar su comportamiento para mejorar sus relaciones sociales y a manejar mejor la ansiedad, de modo que se reduzca el riesgo de aislamiento social.

El entrenamiento puede incluir el desarrollo de habilidades educativas y académicas, así como sociales y de comunicación, tales como aprender a reconocer señales sociales o usar un tono de voz adecuado al hablar. También se incluyen estrategias para enseñarles a controlar emociones y reducir el interés obsesivo por los temas, y a tener un comportamiento más afectivo.

Es posible el uso de medicación para tratar síntomas relacionados con la ansiedad, frecuente en personas con Asperger.

En España, la Confederación Asperger España es una agrupación de asociaciones sin ánimo de lucro cuyos objetivos son la difusión científica del trastorno, promover la detección temprana y la intervención psicosocial especializada, el reconocimiento de los derechos de los afectados y sus familias, la inserción laboral y, en definitiva, la inclusión social de las personas con Asperger.