Resfriados de verano

¿Por qué nos resfriamos en verano?

Empiezan las vacaciones y tienes muchos planes por delante para disfrutarlas al máximo, pero al primer día te pillas un resfriado de verano. Estornudas, tienes congestión nasal, fiebre… Seguro que en ese momento te preguntas, ¿cómo es posible si estamos en pleno verano?

Esta enfermedad viral también la sufrimos durante los meses más cálidos y, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), representa en torno al 20% de los cuadros catarrales.

Los resfriados de verano

Aunque en verano solemos tener menos catarros que en invierno porque es más difícil que los virus se propaguen, estos cuadros infecciosos también aparecen en épocas calurosas, trasmitiéndose a través de secreciones respiratorias (estornudos y tos) y de las heces.

Uno de los puntos fuertes de estos virus, conocidos como enterovirus, es que son capaces de sobrevivir en un medio tan ácido como el estómago y se replican muy fácilmente en el intestino. Si logran saltar nuestras barreras defensivas y alcanzan el torrente sanguíneo, dan lugar a cuadros respiratorios y gastrointestinales leves, fiebre, conjuntivitis, vómitos…

Cómo evitar los resfriados de verano

Si no quieres resfriarte este verano, toma nota de los consejos que te damos a continuación para prevenir el contagio:

  • Lávate las manos con frecuencia y evita tocarte la cara.
  • Recuerda ventilar tu hogar para evitar que el ambiente se cargue de gérmenes y se propaguen más fácilmente.
  • Seca la ropa al sol, ya que algunos virus pueden sobrevivir en la ropa incluso tras pasar por la lavadora.
  • Revisa el aparato del aire acondicionado para evitar que los gérmenes se acumulen en su interior y se expandan por el ambiente cuando lo pongas en funcionamiento. Limpia sus filtros antes de que comience la temporada de calor.
  • Por otra parte, haz un buen uso del aire acondicionado y comprueba que la diferencia entre la temperatura exterior y la interior no supere los 10 grados. Lo aconsejable es mantenerlo entre los 24 y 26 grados.
  • Relájate y evita el estrés, pues las situaciones estresantes disminuyen tus defensas. Por tanto, el estrés es un gran enemigo del sistema inmunitario.
  • Mantén una alimentación saludable y una buena hidratación e intenta no tomar alimentos ni bebidas ni muy fríos ni muy calientes.
  • Por último, te recomendamos descansar lo suficiente.

En caso de sentir síntomas propios de un resfriado de verano, acude al médico para que te indique el tratamiento que debes seguir. Consulta nuestro cuadro médico. En AFEMEFA contamos con los mejores profesionales para poner solución a todos tus problemas.

 

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