Medicamentos durante el embarazo

Medicamentos durante el embarazo: Cuáles son seguros y cuáles no

Cuando estás embarazada, cada decisión cuenta. Desde lo que comes hasta cómo duermes… y, por supuesto, los medicamentos que tomas. Es normal tener dudas, preocupaciones o incluso miedo: ¿qué pasa si tengo fiebre? ¿Puedo tomar algo para el dolor de cabeza? ¿Y si ya estoy en tratamiento por una enfermedad crónica? La realidad es que los medicamentos durante el embarazo pueden influir en el desarrollo fetal, y conviene saber qué es seguro y qué no lo es en esta etapa tan especial.

En este artículo te explicamos por qué hay que tener precaución, cómo se clasifican los fármacos según su nivel de seguridad, qué opciones están permitidas y cuáles conviene evitar. Además, veremos algunas alternativas naturales y consejos útiles para que puedas cuidar de ti… sin poner en riesgo al bebé.

¿Por qué hay que tener cuidado con los medicamentos durante el embarazo?

Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta numerosos cambios fisiológicos que pueden alterar la forma en la que los medicamentos se absorben, distribuyen y eliminan. Además, la mayoría de los fármacos pueden atravesar la barrera placentaria y llegar al feto, lo que implica riesgos potenciales para su desarrollo.

El primer trimestre es especialmente delicado, ya que durante estas primeras semanas ocurre la organogénesis, es decir, la formación de los órganos del bebé. Por eso, tomar ciertos medicamentos en esta etapa podría provocar defectos congénitos o efectos teratogénicos. Aunque el riesgo disminuye a partir del segundo trimestre, algunos fármacos pueden seguir siendo peligrosos, sobre todo aquellos que afectan el sistema nervioso o el crecimiento celular.

Lo ideal sería evitar por completo el uso de medicamentos durante el embarazo. Sin embargo, la realidad es que muchas mujeres embarazadas necesitan tomar algún tipo de tratamiento en algún momento. En estos casos, es fundamental que cualquier decisión esté supervisada por un profesional sanitario, para garantizar la seguridad de la madre y del bebé.

Clasificación de medicamentos durante el embarazo

Para valorar si un medicamento es seguro durante el embarazo, se utiliza una clasificación establecida por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos). Esta clasificación agrupa los fármacos en cinco categorías según el nivel de riesgo que representan para el feto:

  • Categoría A: Son los medicamentos considerados seguros para la embarazada y el feto, incluso en el primer trimestre. Han sido ampliamente estudiados en mujeres embarazadas.
  • Categoría B: Fármacos que han mostrado ser seguros en estudios con animales, pero no hay estudios concluyentes en embarazadas. Se usan con frecuencia y presentan bajo riesgo.
  • Categoría C: Estudios en animales han demostrado efectos adversos en el feto. Aun así, podrían usarse si el beneficio para la madre supera el posible riesgo.
  • Categoría D: Existe evidencia clara de riesgo para el feto humano, pero en ciertos casos podría estar justificado su uso si es imprescindible para la salud materna.
  • Categoría X: Está comprobado que provocan anomalías fetales y están totalmente contraindicados durante el embarazo.

Fármacos aptos durante el embarzo

Aunque lo ideal es evitar cualquier medicación durante la gestación, hay situaciones en las que es necesario tratar determinadas molestias o enfermedades. En estos casos, existen fármacos considerados seguros durante el embarazo, siempre y cuando se utilicen bajo supervisión médica y en las dosis adecuadas.

Algunos ejemplos de medicamentos que pueden administrarse durante el embarazo son:

Medicamento Uso principal Categoría FDA
Paracetamol Dolor leve y fiebre Seguro. No debe utilizarse durante largos periodos ni en dosis elevadas
Hierro, calcio, potasio Suplementación nutricional A
Levotiroxina Tratamiento del hipotiroidismo A
Insulina Control de la diabetes gestacional o preexistente B
Amoxicilina, azitromicina, cefalotina Tratamiento de infecciones B
Doxilamina + piridoxina Náuseas y vómitos intensos B

Fármacos a evitar durante el embarazo

Durante la gestación, algunos medicamentos pueden afectar directamente al desarrollo del feto. El riesgo es especialmente alto con los fármacos clasificados en las categorías C, D y X, ya que pueden provocar desde alteraciones funcionales hasta malformaciones congénitas graves.

A continuación, te mostramos una tabla con ejemplos de medicamentos contraindicados durante el embarazo, junto con su uso habitual y el motivo de su riesgo:

Medicamento Uso habitual Motivo de riesgo
Ibuprofeno, naproxeno, aspirina (AINES) Antiinflamatorio, analgésico Pueden alterar el flujo sanguíneo fetal y aumentar el riesgo de hemorragias
Inhibidores ECA y ARA-II Tratamiento de hipertensión Contraindicados especialmente desde el segundo trimestre: riesgo de toxicidad fetal
Estatinas Reducción del colesterol Asociadas a malformaciones en tráquea, corazón, esófago y ano
Tetraciclina, doxiciclina Antibióticos Riesgo de defectos óseos y dentales en el feto
Diazepam, flurazepam, quazepam, triazolam Ansiolíticos Aumentan el riesgo de malformaciones congénitas y efectos sedantes en el recién nacido
Ergotamina, metisergida Tratamiento de migrañas Pueden inducir parto prematuro
Secretagogos antidiabéticos Control de glucosa Riesgo de hipoglucemia prolongada y alteraciones neurológicas en el feto
Omeprazol Protección gástrica Su uso no está recomendado, especialmente en etapas tempranas del embarazo
Bicarbonato Antiácido casero Altera el pH de la sangre materna y fetal
Vitaminas y suplementos no prescritos Complementos nutricionales Pueden causar complicaciones si se toman sin control médico
Sustitutivos de nicotina Ayuda para dejar de fumar Pueden afectar al desarrollo fetal, aunque en menor medida que el tabaco

Alternativas al uso de medicamentos durante el embarazo

Siempre que la situación lo permita, es preferible optar por soluciones no farmacológicas para aliviar molestias comunes durante el embarazo. Este enfoque no solo ayuda a reducir posibles riesgos para el bebé, sino que también promueve un estilo de vida más saludable para la madre.

Algunas alternativas útiles son:

  • Seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y alimentos frescos, para mejorar el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y mantener buenos niveles de energía.
  • Mantenerse bien hidratada, lo que puede aliviar dolores de cabeza, mejorar la digestión y prevenir infecciones urinarias.
  • Hacer ejercicio moderado, como caminar a diario o practicar yoga prenatal, para reducir dolores musculares, mejorar la circulación y favorecer el descanso.
  • Recurrir a la fisioterapia en caso de molestias como dolor lumbar o ciática, típicos en el embarazo.
  • Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración consciente, que ayudan a controlar el estrés y la ansiedad.
  • Tomar suplementos vitamínicos solo si están prescritos por un profesional, para evitar déficits sin asumir riesgos innecesarios.

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