Las alergias alimentarias más comunes en niños

Las alergias alimentarias más comunes en niños

De acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), entre un 4% y un 8% de los niños en edad escolar en España tiene una o más alergias alimentarias. Se espera que esta patología afecte a más del 50% de los europeos en los próximos 10 años, según los expertos.

Te contamos cuáles son las alergias alimentarias más comunes en bebés y niños.

¿Qué es una alergia alimentaria?

La Asociación Española de Pediatría (AEPED) la define como una reacción dañina que se desencadena a causa de un alimento. Se produce debido a que el sistema inmunológico del paciente alérgico reacciona exageradamente a un alimento que es tolerado por el resto de las personas.

Por esta razón, algunas de estas alergias alimentarias desaparecen cuando el niño crece y su sistema inmunológico es más fuerte y capaz de tolerar todos los alimentos.

Este tipo de alergias se presentan durante los primeros años de vida del pequeño cuando consume ciertos alimentos, y se manifiestan de forma inmediata con:

  • Síntomas en la piel, como urticaria e hinchazón.
  • Síntomas digestivos, como dolor abdominal, vómito o diarrea.
  • Síntomas respiratorios, como rinitis aguda o dificultad para respirar.

Por tanto, la prevención y la observación son fundamentales para evitar graves consecuencias, por lo que si detectas alguno de los síntomas mencionados debes llevar al niño al especialista para que le realicen las pruebas y exámenes oportunos, y así conocer si le afecta algún alimento específico.

Las alergias alimentarias más frecuentes

Existen ciertos alimentos que suelen aparecer con frecuencia cuando se trata de una reacción alimentaria.

Alergia a la leche de vaca

Esta es la alergia alimentaria más común en los bebés. Se manifiesta durante el primer año de vida cuando la madre sustituye su leche por una fórmula adaptada de leche de vaca.

Los síntomas pueden aparecer de forma inmediata o tras unas horas después de haber ingerido la leche. Incluyen urticaria, asma o rinitis, conjuntivitis, vómitos, diarrea o anafilaxia, entre otros.

Este tipo de alergia se diagnostica mediante la detección de la inmunoglobulina E específica contra la leche y sus proteínas, a través de análisis de sangre y pruebas cutáneas.

Alergia al huevo

La alergia al huevo suele aparecer la primera vez que el niño come la clara del huevo, debido a que la cantidad de proteínas que contiene es superior a la de la yema.

Sus síntomas pueden ser leves (picor en la boca o garganta, acompañado de manchas rojas alrededor de la boca) o algo más graves, como vómitos, descomposición, dificultad para respirar y anafilaxia.

Alergia al pescado

Es la tercera alergia más frecuente en niños pequeños. Se puede tener alergia a un solo tipo de pescado, a una familia de pescados o a todos los tipos de pescados.

A diferencia de la alergia a la leche o el huevo, la alergia al pescado puede perdurar durante toda la vida.

Entre sus síntomas podemos encontrar picor de boca o faringe, con o sin enrojecimiento o urticaria alrededor de la boca, así como hinchazón de los labios, párpados u orejas.

Alergia al marisco

La alergia a los mariscos no es la misma que la alergia al pescado, ya que son alimentos distintos. Si el niño tiene alergia al marisco no quiere decir que también la tenga al pescado, o viceversa.

Existen tres grupos de mariscos:

  • Crustáceos (gambas, cigalas, cangrejos y similares).
  • Cefalópodos (calamar, sepia o pulpo).
  • Moluscos de cáscara (mejillones, almejas y similares).

La alergia entre cada grupo de mariscos suele ser independiente, aunque se recomienda evitar su consumo general.

Esta alergia presenta la siguiente sintomatología: tos, problemas para respirar, inflamación de la boca, urticarias, dolor abdominal, entre otros.

Alergia a los cereales

Los cereales pueden producir una alergia distinta a la celiaquía, y presentarse frente a un único cereal, a varios o a todos.

Los síntomas de la alergia a los cereales son urticaria, dolor abdominal, vómito, diarrea, dificultad para respirar y anafilaxia.

Alergia a los frutos secos

La alergia a los frutos secos suele aparecer en edades a partir de los 3 ó 4 años.

Si el niño tiene esta alergia es fundamental revisar las etiquetas de los alimentos, ya que muchos de ellos pueden contener trozos o ser alguno de los ingredientes.

Los frutos secos que suelen dar mayor alergia son los cacahuetes, las nueces, las almendras y las avellanas.

Los síntomas son, por lo general, los mismos que los de las anteriores alergias, aunque en algunos casos pueden ir acompañados de inflamación de la lengua y conjuntivitis.

 

Como ya hemos comentado, ante cualquier síntoma, acude cuanto antes al pediatra para evitar problemas futuros en el sistema inmunológico o en el intestino del niño.

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