Las 8 fobias más comunes

LAS 8 FOBIAS MÁS COMUNES

Muchas personas sufren un miedo irracional y desproporcionado ante determinadas situaciones u objetos. Es lo que comúnmente conocemos como fobias, un tipo de trastorno que genera miles de consultas psicológicas cada año y que afecta aproximadamente a una de cada 20 personas. En este post te explicamos en qué consisten las 8 fobias más comunes.

Fobia a los animales: Zoofobia

El miedo a los animales suele aparecer en la infancia, en muchas ocasiones provocado por un trauma. Las personas que lo sufren pueden experimentar situaciones de pánico cuando se encuentran ante un determinado animal y sufrir ansiedad, sudoración, mareos y aceleración del ritmo cardiaco. Junto al miedo, a veces también aparece el asco o la repugnancia, como suele ocurrirle a los que padecen aracnofobia (miedo a las arañas). Además de ésta, las fobias a los animales más comunes son la ofidiofobia (serpientes), ornitofobia (aves), cinofobia (perros) y la ailurofobia (gatos).

Fobia a los espacios pequeños: Claustrofobia

Otro de los trastornos más comunes es el miedo a los espacios pequeños, que hace que muchas personas traten de evitar los ascensores, las habitaciones pequeñas, las cabinas de teléfono o el metro. Las personas con claustrofobia pueden llegar a tener dificultades para respirar cuando se encuentran en este tipo de espacios, además de miedo a asfixiarse y temor de no poder escapar de dicho lugar.

Fobia a las alturas: Acrofobia

La acrofobia es lo que conocemos habitualmente como miedo a las alturas, una situación que provoca fuertes niveles de ansiedad en aquellos que lo padecen. Estas personas tratarán de evitar lugares como precipicios, miradores, balcones o incluso ascensores. Hay que saber diferenciar la acrofobia del vértigo, ya que este último es más bien un síntoma del miedo a las alturas.

Fobia a la oscuridad: Nictofobia

Es normal que la oscuridad nos genere un cierto temor, especialmente cuando somos pequeños. Sin embargo, algunas personas sufren un miedo tan exagerado e irracional a la oscuridad que acaban paralizadas cuando se encuentran en esta situación. La nictofobia está causada por una percepción distorsionada de nuestro cerebro de lo que podría suceder en la oscuridad.

Fobia a volar: Aerofobia

Subirse a un avión siempre genera cierto respeto, pero en algunas personas este respeto se transforma en una intensa ansiedad cada vez que tienen que coger un vuelo o incluso planear un viaje en avión. La aerofobia está relacionada con el temor a sufrir un accidente, así como a no poder escapar del avión en pleno vuelo o a la sensación de no tener el control de la situación.

Fobia a hablar en público: Glosofobia

El miedo a hablar en público puede llevar a algunas personas a evitar situaciones en las que tenga que dar un discurso ante una audiencia, un problema que afectará directamente a su vida personal y profesional. Las personas que sufren glosofobia experimentarán síntomas como sudoración, ritmo cardiaco elevado o voz temblorosa cuando tengan que hablar delante de los demás.

Fobia a los fenómenos atmosféricos: Brontofobia

Las tormentas, los rayos y los truenos causan en algunas personas un estado de ansiedad intensa por el miedo a ser alcanzado por uno de ellos. Este trastorno, conocido como brontofobia, suele aparecer en la infancia y en algunos casos se prolonga en la edad adulta.

Fobia a la sangre: Hemofobia

La hemofobia es el miedo a la sangre, las inyecciones y a las heridas. Este tipo de fobia es un poco diferente al resto, ya que provoca una respuesta en dos fases: en la primera se produce un incremento de la ansiedad en presencia de alguno de los elementos comentados anteriormente; en la segunda, la persona sufre una caída repentina del ritmo cardiaco, se marea y, a veces, acaba desmayándose.

 

El diagnóstico de todos estos miedos es muy importante para iniciar el tratamiento o la terapia adecuados y que el paciente aprenda a controlarlos y superarlos. No dudes en consultar al especialista para que te resuelva cualquier duda al respecto.