Cómo parar una hemorragia nasal en niños

Cómo parar una hemorragia nasal en niños

¿A quién no le ha sangrado alguna vez la nariz de pequeño? Aunque puede parecer alarmante, la hemorragia nasal niños es bastante común y, en la mayoría de los casos, no representa un problema grave.

La nariz de los más pequeños es especialmente sensible debido a que los vasos sanguíneos que se encuentran cerca de la superficie en esta área son más delicados y propensos a romperse. A continuación, te explicamos qué hacer y qué no en este tipo de situaciones y cuándo es necesario buscar ayuda médica si a tu hijo le sangra la nariz.

Causas principales de una hemorragia nasal en niños

Las hemorragias nasales son bastante comunes en los niños debido a la fragilidad de los vasos sanguíneos de la nariz. Esta fragilidad, combinada con las actividades diarias de los pequeños y factores ambientales, aumenta el riesgo de episodios de sangrado.

A continuación, exponemos las causas más frecuentes por las que a un niño puede sangrarle la nariz:

  • Clima seco o frío: La sequedad del aire, ya sea por condiciones climáticas o calefacción, debilita la mucosa nasal, haciéndola más propensa a romperse con estornudos o al sonarse. Los cambios bruscos de temperatura también pueden irritar la nariz.
  • Rascado o introducción de objetos: Los niños suelen rascarse la nariz o introducir objetos, lo que puede dañar los vasos sanguíneos cercanos a la superficie de la mucosa y provocar hemorragias.
  • Alergias o resfriados: Estas condiciones inflaman la mucosa nasal, volviéndola más sensible. El uso excesivo de pañuelos y el frotamiento constante aumentan la probabilidad de romper los vasos sanguíneos.
  • Traumatismos nasales: Golpes accidentales durante el juego o deportes pueden causar hemorragias, incluso un impacto leve es suficiente debido a la fragilidad de los vasos en los niños.
  • Uso de medicamentos nasales: Algunos descongestionantes en spray, si se usan en exceso, pueden resecar la mucosa nasal y debilitarla.

Pasos para detener una hemorragia nasal en niños

Cuando un niño sufre una hemorragia nasal, es fundamental actuar con calma y seguir unos pasos sencillos pero efectivos para detener el sangrado. Es importante intentar mantener la calma, ya que los niños pueden asustarse con facilidad por este tipo de situaciones.

  1. Mantén la calma: Habla con suavidad para tranquilizar al niño.
  2. Posición correcta: Siéntalo con la espalda recta y la cabeza ligeramente hacia adelante para evitar que la sangre vaya a la garganta.
  3. Presión nasal: Presiona ambas fosas nasales con los dedos (en la parte blanda) durante 10 minutos sin soltar.
  4. Compresas frías: Aplica una compresa fría o hielo envuelto en un paño sobre el puente de la nariz para reducir el sangrado.
  5. Verifica el sangrado: Suelta lentamente tras 10 minutos; si continúa, repite el proceso.
  6. Evita recaídas: No dejes que el niño se suene, estornude fuerte o haga esfuerzos durante unas horas tras detener el sangrado.

¿Qué hacer si el sangrado no para?

Si después de 20 minutos de presión el sangrado no se detiene, busca atención médica de inmediato.

También acude al médico si la hemorragia es muy abundante, si ocurre tras un golpe fuerte en la cabeza o si el niño presenta síntomas adicionales como mareos o debilidad.

Qué no hacer durante una hemorragia nasal en niños

Cuando ocurre una hemorragia nasal, es común que algunas personas tomen medidas que, aunque bien intencionadas, pueden empeorar la situación. Aquí se detallan los errores más comunes que deben evitarse y el porqué de cada uno:

  • No inclinar la cabeza hacia atrás: Puede causar náuseas, vómitos o dificultad para respirar al permitir que la sangre fluya hacia la garganta.
  • No acostar al niño: Esto dificulta la respiración al permitir que la sangre fluya hacia la garganta; mantenerlo sentado y con la cabeza hacia adelante es esencial.
  • No introducir objetos en la nariz: Algodón, pañuelos u otros materiales pueden interrumpir la coagulación y empeorar el sangrado al retirarlos.
  • Evitar aplicar demasiada presión ni masajear: La presión debe ser suave para evitar dañar los vasos sanguíneos.
  • No permitir que el niño se suene inmediatamente: Esto puede desalojar coágulos y reiniciar el sangrado; esperar al menos 24 horas antes de hacerlo.

Cuándo buscar ayuda médica

Aunque la mayoría de las hemorragias nasales en niños son leves y pueden controlarse fácilmente en casa, hay situaciones en las que es importante buscar atención médica:

Sangrado prolongado Si no cesa tras 20 minutos de presión constante, puede indicar un trastorno de coagulación.
Hemorragias frecuentes Repetidas sin causa aparente podrían ser síntoma de alergias severas, hipertensión o problemas de coagulación.
Sangrado abundante Flujo rápido y en gran cantidad sugiere una lesión importante o problema vascular.
Síntomas adicionales Mareos, debilidad, dolor de cabeza, palidez extrema, dificultad para respirar o hinchazón facial.
Tras un golpe fuerte Indica riesgo de fracturas o lesiones internas si ocurre tras un impacto en la cabeza o la nariz.
Sangrado por ambas fosas nasales Puede reflejar lesiones internas graves o problemas del sistema circulatorio.

Qué hacer mientras esperas atención médica

  • Continúa aplicando presión suave en la nariz.
  • Mantén al niño en posición recta y calmado.
  • Si el sangrado es muy intenso, recoge la sangre en un recipiente para poder informar al médico sobre la cantidad aproximada.

La intervención médica oportuna puede prevenir complicaciones y garantizar el bienestar del niño.

Prevención de hemorragias nasales en niños

Prevenir las hemorragias nasales es posible adoptando medidas sencillas que protejan la mucosa nasal y reduzcan los factores que podrían desencadenarlas:

  • Mantén la nariz hidratada: Usa un humidificador en casa, especialmente en climas secos o en invierno. Aplica suero fisiológico o sprays salinos para evitar que la mucosa nasal se reseque.
  • Evita la manipulación de la nariz: Enseña al niño a no introducir los dedos ni objetos en la nariz, y mantén sus uñas cortas para prevenir lesiones.
  • Cuidado al sonarse: Ayuda al niño a sonarse suavemente y evita el uso excesivo de descongestionantes nasales, ya que resecan la mucosa.
  • Prevenir golpes o traumatismos: Enséñale a ser cuidadoso al jugar y, si practica deportes de contacto, considera el uso de protectores faciales.
  • Controla alergias y resfriados: Consulta al pediatra para tratar alergias recurrentes y evitar inflamaciones en la mucosa nasal. Usa medicamentos bajo supervisión médica.
  • Evita irritantes ambientales: Protege al niño de humo, polvo y productos químicos. Mantén el hogar limpio para prevenir alergias.

Si tu hijo presenta hemorragias nasales frecuentes, prolongadas o acompañadas de otros síntomas como fiebre o congestión nasal, es importante consultar a un profesional de la salud para descartar problemas subyacentes.

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