GUÍA DEFINITIVA PARA COMER CARNE DE MANERA SALUDABLE

Hace tiempo que los médicos venían alertando de la necesidad de reducir el consumo de carnes rojas por asociarse a problemas cardíacos o el cáncer y por ser una grasa poco saludable. Pero fue una información que sacó a la luz la OMS en octubre de 2015 cuando la preocupación caló en la sociedad al incluyendo todas las carnes procesadas en las que entra a formar parte, las salchichas, e incluso nuestro adorado jamón serrano en la misma categoría de cancerígenos que el tabaco.

Las carnes no son todas iguales, depende del animal del que provenga, del proceso mediante el que se haya elaborado la carne, o el corte que elijamos. Así que, si quieres comer carne de manera saludable, pon cuidado a la hora de la compra de este producto. Te ayudaremos con unas indicaciones.

TIPOS DE CARNES

Las carnes que podemos encontrar en las carnicerías se clasifica en función del color de la carne, donde la roja tiene mayor contenido de mioglobina que le da el tono rojizo y la blanca, al tener menos nivel de hierro tiene un tono más blanquecino:

Carne roja: Se dice de la carne cuyo origen proviene de la vaca, el cordero, el caballo, el cerdo, la res, la cabra y las vísceras de la zona de casquería.

Carne blanca: Podemos llegar a decir en esta categoría que en general es la carne de ave, aunque existe alguna excepción como es la carne de avestruz. También tenemos carne de conejo.

No podemos olvidarnos de la carne procesada: es toda aquella carne que ha pasado por un tratamiento de ahumado, curación, fermentación, salazón o cualquier otro que mejore su conservación o ensalce el sabor, independientemente de si proviene de carne roja o de carne blanca.

RAZONES PARA REDUCIR EL CONSUMO DE CARNE

  1. Compra carne fresca, sin elaborar, y cocínala a una temperatura no muy alta. Parece ser que en la elaboración de la carne procesada, según indica el American Institute for Cancer Research, conlleva una serie de mecanismos que lo hacen potencialmente cancerígeno: los nitratos que se emplean para conservar la carne, el ahumado y la cocción de temperaturas muy elevadas que generan sustancias carcinógenas, y un elevada cantidad de hierro hemínico que daña el revestimiento del colon.
  2. Cuidado con todo tipo de embutidos. Reduce su ingesta a un consumo ocasional.
  3. Elige corte de carne con la menor grasa posible y así podrás comer desde cerdo hasta cordero sin problemas. La ingesta que puede considerarse saludable en el consumo de carne roja es de una media de 70 gramos diarios en los que hay que poner especial cuidado si hablamos de embutido, ni siquiera el jamón de york se libra de esta evaluación pero, si elegimos cortes magros, se amplía a 150 gramos para mujeres y 170 para hombres.
  4. En general ¿son más saludables las carnes blancas que las carnes rojas?. Las carnes rojas se reconocen por el tono que tienen rojo más oscuro y es por el nivel de hierro hemínico que posee el animal. Eso no quiere decir que dejes de consumir carne roja, recuerda que se puede consumir este tipo de carne de manera saludable, como harías con la carne blanca, comprando el corte de la pieza adecuado. Hay carnes rojas que pueden considerarse carnes magras:
    • Cordero: en la parte de la paletilla
    • Ternera: Con el solomillo, el lomo superior (que es la tira que encontramos en las carnicerías) o el lomo. También, por supuesto, la carne picada que provenga de estos cortes.
    • Cerdo: Del cerdo podemos consumir el solomillo o el lomo.
  5. Hay que procurar comer raciones moderadas y para ello lo conveniente es comprar únicamente lo que se va a comer. Un plato perfecto sería unos 120 gramos de carne magra por persona acompañada siempre de vegetales, de esta manera nos saciaremos sin necesitar más carne.
  6. Para optimizar un plato de carne de manera que sea más sano y disminuir la cantidad de calorías, se consumirá sin piel y cocinado a la plancha.

 

Así que, a partir de ahora, olvida la típica división que se hacía entre carnes rojas y blancas y empieza a elegir la carne que consumes en función de la parte de la pieza, las calorías o los nutrientes que tienen.