¿Es beneficioso entrenar al aire libre si hace frío?

¿Es beneficioso entrenar al aire libre si hace frío?

Los meses de invierno han llegado, y con ello el frío persistente durante los próximos meses. Esta bajada de temperaturas a menudo implica un menor porcentaje de gente que sale a la calle, por no hablar de hacer ejercicio al aire libre.

Aunque la motivación para entrenar con frío disminuya y, al contrario de lo que se puede pensar, entrenar al aire libre puede traerte numerosos beneficios. El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (COFICAM) recomienda hacer ejercicio durante todo el año, no solo cuando las temperaturas empiezan a ser más cálidas. Sin embargo, se debe hacer de manera correcta y con las precauciones necesarias para evitar lesiones y resfriados.

Por ese motivo, esta semana desde AFEMEFA te enseñamos los beneficios para tu salud de entrenar al aire libre en invierno y cómo hacerlo debidamente.

Beneficios de entrenar con frío

Sabemos que entrenar al aire libre en invierno no es lo más motivador del mundo, ya que el frío puede hacer que los músculos se resientan y sean más dolorosos (aún más si no se hace un buen calentamiento previo), por lo que las ganas de quedarte en el sillón de casa son cada vez mayores.

Pero todo esfuerzo tiene su recompensa. En concreto, si haces ejercicio cuando hace frío podrás beneficiarte de los siguientes aspectos.

Las temperaturas frías hacen que tus entrenamientos sean más eficientes

Según el informe de Markham Heid, siempre que se tomen las debidas precauciones, entrenar al aire libre en invierno incrementará la eficiencia de tus entrenamientos. El ejercicio físico produce calor corporal, por lo que el cuerpo debe trabajar más para regular tu temperatura.

Al correr, por ejemplo, las bajas temperaturas provocan que el corazón no tenga que trabajar tanto, pues sudas menos, por lo que haces ejercicio de manera más eficiente.

Esto se traduce en un mejor desempeño y un mayor rendimiento del cuerpo, ayudándote a entrenar más duro y conseguir mejores resultados en un menor espacio de tiempo.

Refuerza tu sistema inmunológico

Realizar ejercicio cuando las temperaturas son bajas provoca que aumente el número de leucocitos y granulocitos en nuestro cuerpo, que son los responsables del funcionamiento del sistema inmunológico. Hacer ejercicio al aire libre en invierno refuerza tu sistema inmune y disminuye las probabilidades de sufrir gripes y catarros tan comunes en esta época del año.

Debes tener cuidado de que las temperaturas no sean extremas, ya que en este caso se produce el efecto contrario. En el supuesto de que la temperatura sea excesivamente baja, no debes realizar entrenamientos exigentes y prolongados en el tiempo, ya que el número de leucocitos y granulocitos disminuirá, provocando una debilitación del sistema inmune.

Consigue adelgazar más rápido

Como hemos mencionado, tu cuerpo debe trabajar más para equilibrar tu temperatura corporal al hacer ejercicio cuando hace frío. Tu organismo eleva su actividad metabólica para que las células consuman más energía y puedan transformarla en calor. Todo esto se traduce en una quema mayor de calorías.

Numerosos estudios han demostrado que entrenar con frío, además de consumir más calorías en menor tiempo, también ayuda a transformarla grasa blanca, específicamente la grasa de la zona abdominal y de los muslos, en grasa parda. Este tipo de grasa, con el objetivo de mantener en condiciones óptimas la temperatura corporal, genera calor y quema más fácilmente las calorías de tu cuerpo.

Se reduce el peligro por deshidratación

En invierno, al hacer ejercicio se suda menos que en verano o primavera, por lo que la pérdida de agua es menor que cuando hace más calor.

Esto no quiere decir que beber agua antes y después de entrenar no sea importante. La hidratación es fundamental en cualquier época del año, más si se está haciendo una actividad física. Sin embargo, al ser la pérdida de agua menor se reduce el peligro de deshidratación.

Aumenta la vitamina D y previene la “depresión invernal”

Nuestro cuerpo adquiere la vitamina D, esencial para huesos y músculos, sobre todo al exponernos al sol. La escasa luz solar en invierno provoca una reducción de este nutriente durante este periodo de tiempo, por lo que hacer ejercicio mientras haya sol es una manera estupenda de aprovechar las pocas horas de luz al día.

Las pocas horas de luz, la falta de vitamina D y la escasa motivación para salir a la calle provocan una falta de energía que generalmente se conoce como “depresión invernal”. Hacer deporte al aire libre aumenta los niveles de energía, reduce los niveles de estrés y genera endorfinas. Por eso, hacer ejercicio hará que te encuentres revitalizado y de mejor humor.

Precauciones a la hora de hacer deporte con bajas temperaturas

Hacer ejercicio cuando hace frío puede traerte numerosos beneficios, pero debes hacerlo con la protección adecuada para no poner en riesgo tu salud. Puedes protegerte tomando las siguientes precauciones:

  • Toma una ducha de agua fría antes de entrenar. De esta forma prepararás a tu cuerpo para las bajas temperaturas del exterior y evitarás los cambios bruscos de temperatura.
  • Asegúrate de que tu piel está bien hidratada. Las temperaturas frías pueden provocar que tu piel se reseque, por lo que debes hidratarla correctamente.
  • Evita las zonas sombrías en tu ruta. Los lugares poco iluminados por el sol tienen una temperatura inferior, aprovecha la luz solar para obtener vitamina D y no exponerte a temperaturas extremas.
  • Haz un buen calentamiento. Realizar ejercicios musculares en frío aumenta el riesgo de sufrir contracturas y lesiones. Un buen calentamiento debe durar entre 10 y 15 minutos y debe abarcar todas las zonas del cuerpo que vayas a trabajar. Realiza calentamientos tanto de articulaciones como estiramientos de los músculos.
  • Usa varias capas de ropa. La capa interior debe permitir que la piel transpire, evita las prendas de algodón en contacto con tu piel, ya que absorben el sudor y hacen que sientas más humedad. La segunda capa debe mantener el calor y la capa exterior debe protegerte de la meteorología como la lluvia o el viento.
  • Hidrátate. Aunque no sudes tanto como con temperaturas más altas, también vas a sudar y perderás líquidos. Debes beber agua antes de entrenar y al finalizar el ejercicio para recuperar las sales minerales.

 

Si tienes alguna enfermedad respiratoria o detectas dificultades para respirar en climas fríos, debes ponerte en contacto con un médico para que te dé las pautas correctas y las prevenciones necesarias para hacer deporte al aire libre en invierno.

 

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