Dolor lumbar

Dolor lumbar: causas, tratamiento y estiramientos

El dolor lumbar, lumbalgia o lumbago afecta a la zona localizada en la parte baja de la espalda a ambos lados de la columna. Es una dolencia muy común y una de las principales causas de visita al traumatólogo. Se estima que un 80% de la población sufrirá algún tipo de lumbalgia al menos una vez en su vida.

Síntomas del dolor lumbar

La lumbalgia puede presentarse con alguno o varios de los siguientes síntomas:

  • Dolor en la parte baja de la espalda, de distinta intensidad, que puede llegar a ser tan fuerte como para impedir al paciente mantenerse en pie o caminar.
  • El dolor puede extenderse hacia una o ambas piernas.
  • El dolor suele empeorar después de estar sentado, de pie o incluso tumbado por mucho tiempo, y suele aliviarse al caminar. A menudo el dolor es más fuerte por la mañana.
  • Puede acompañarse de adormecimiento de las piernas.

El dolor lumbar puede presentarse de forma aguda (inmediata) al realizar un esfuerzo, habitualmente al levantar un peso o realizar una torsión del tronco. También puede presentarse de forma subaguda, es decir, no inmediatamente después de realizar el movimiento que provoca el dolor, o de forma crónica, cuando el dolor se mantiene de forma prolongada en el tiempo.

Los síntomas de la lumbalgia pueden durar desde varios días hasta semanas o meses. En el caso de una lumbalgia aguda, puede durar hasta seis semanas. Se considera una lumbalgia crónica cuando el dolor excede las doce semanas.

Es importante tratar la lumbalgia adecuadamente para evitar que se convierta en una dolencia crónica. Además, algunos estudios asocian el dolor de espalda con episodios de ansiedad o depresión.

El dolor lumbar puede trasladarse a otras zonas del cuerpo, dado que, frente al dolor en esa zona, otras regiones, como las caderas, pueden tratar de compensar el esfuerzo y derivar finalmente en un problema adicional.

Causas de la lumbalgia

A menudo no se conoce o no se detecta la causa que provoca una lumbalgia. Se estima que solo en un 20% de los casos se identifica la causa específica que provoca el dolor lumbar, que puede ser debido a una enfermedad específica no grave, como una osteoartritis, una hernia de disco o una estenosis vertebral, o un síntoma derivado de una enfermedad grave subyacente.

En el 80% restante de los casos no se llega a identificar claramente el origen del dolor, que cursa de forma benigna y por un tiempo limitado, y que se produce generalmente por algún tipo de lesión traumática en los ligamentos o en los músculos de la zona. Uno de los músculos que produce mayores episodios de dolor lumbar es el cuadrado lumbar, del que hablaremos más adelante.

Para identificar la posibilidad de que exista una patología detrás del dolor lumbar es importante acudir al traumatólogo o al servicio de urgencias, que podrá descartar la existencia de un problema mayor.

El músculo cuadrado lumbar

El cuadrado lumbar es un músculo que empieza en la pelvis y engancha con la costilla inferior. Ayuda a estabilizar la pelvis cuando estamos de pie y soporta nuestro cuerpo al respirar. Es además una de las principales fuentes de dolores lumbares.

Existen distintas razones que pueden provocar dolor en este músculo y por lo tanto en la zona lumbar, como pueden ser:

  • Estar mucho tiempo sentados: provoca la contracción o el estiramiento contínuo del cuadrado lumbar, lo que puede producir fatiga del músculo, así como un descenso de la irrigación sanguínea del músculo.
  • Posturas incorrectas, que añaden tensión adicional al músculo. Doblarse, inclinarse hacia un lado o sentarse sin respaldo puede causar que el músculo se adormezca y se tense.
  • Músculos débiles: si los músculos alrededor del cuadrado lumbar son débiles, pueden producir que otros músculos tengan que trabajar mas duro de lo necesario.
  • Piernas desiguales: si una pierna es más corta que otra, la pelvis estará más alta del lado de la pierna más larga, lo que provoca la contracción del cuadrado lumbar en ese lado.
  • Traumatismo: como cualquier otro músculo, el cuadrado lumbar puede dañarse por diversas causas, ya sean accidentales o debidas a la realización incorrecta de actividades cotidianas, como levantar peso.

Tratamiento de la lumbalgia

Un diagnóstico médico debe preceder a cualquier tratamiento del dolor lumbar, para descartar cualquier tipo de enfermedad subyacente.

En función del problema y de su severidad, los siguientes tratamientos pueden ayudar a reducir o prevenir el dolor lumbar:

  • Yoga o pilates: este tipo de actividad incluye estiramientos y posiciones que ayudan a disminuir la tensión y el dolor de los músculos lumbares.
  • Medicación: en los cuadros más agudos, el médico puede prescribir algún tipo de medicación que incluya relajantes musculares, antiinflamatorios o analgésicos. Los relajantes musculares pueden tener efectos secundarios, por lo que deben ser siempre prescritos por un facultativo.
  • Infiltraciones: en algunos casos puede estar indicado administrar directamente medicación para anestesiar o reducir la inflamación de las zonas específicas que causan el dolor.
  • Masajes: pueden ser útiles para reducir la rigidez de los músculos y aumentar el flujo sanguíneo en la zona.

¿Frío o calor para tratar el dolor lumbar?

Es una de las preguntas más recurrentes. Lo cierto es que una combinación de ambas puede ser lo más adecuado, dado que el frío ayuda a reducir la inflamación de la zona mientras que el calor incrementa el flujo sanguíneo y reduce el dolor.

Consulta a tu médico para saber cómo aplicar frío o calor en función del origen de tu dolencia.

Estiramientos

La realización de algunos estiramientos puede ayudar a prevenir la contracción de los músculos del cuadrado lumbar. A continuación te proponemos un par de ejercicios:

Estiramiento superior

De pie, con los pies separados a la altura de las caderas, levanta el brazo izquierdo y pásalo sobre la cabeza, inclinándote a la izquierda hasta notar una leve incomodidad. Sostén la postura 20 segundos y luego repite con el otro brazo.

Estiramiento acostado

Tumbado boca arriba, extiende los brazos a los lados del cuerpo. Dobla las dos rodillas y cruza la pierna derecha sobre la izquierda. Deja a continuación que las piernas caigan hacia la derecha lo máximo posible, antes de que llegue a doler. Mantén 20 segundos y repite con la otra pierna.

Prevención del lumbago

Por último, os dejamos algunos consejos que os ayudarán a prevenir las lumbalgias:

  • Usar un cojín lumbar cuando estamos sentados.
  • No doblarse para levantar objetos: en su lugar, doblar las rodillas.
  • Mantener un peso saludable.
  • No dormir siempre del mismo lado.
  • En trabajos sedentarios, tomar pequeños descansos breves para levantarse y estirar.
  • Procurar mantener posturas adecuadas, tanto en posiciones sentadas como de pie.