Consejos para evitar ahogamientos infantiles este verano
A muchos niños puede fascinarles el agua o llamarles la atención por ser brillante o porque hace flotar los objetos. Sin embargo, son tan pequeños que no entienden los peligros que esta supone ni tienen las herramientas para hacer lo necesario si se viesen en problemas.
En España los ahogamientos suponen la segunda causa de muerte accidental. La OMS asegura que los ahogamientos infantiles son una de las principales causas de mortalidad en niños, siendo los menores de entre 1 y 5 años los más vulnerables.
Estos accidentes, casi en su totalidad, pueden evitarse siguiendo unas sencillas normas de actuación a la hora de ir con niños a algún lugar con agua. Por este motivo, en 2017 nació la campaña de prevención de ahogamientos infantiles “Ojo peque al agua” de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil.
Para evitar cualquier infortunio este verano, desde AFEMEFA te traemos una serie de consejos preventivos que debes seguir cuando tu pequeño se encuentre en una zona con agua.
Prevención en entornos acuáticos: piscinas, aguas naturales y playas
Cuando los niños están jugando en el agua o cerca de ella es imprescindible que los padres o supervisores sigan las siguientes instrucciones:
- Un responsable debe realizar una supervisión continua. El control y la vigilancia deben ser constantes e ininterrumpidos. Se debe vigilar aunque haya socorristas en el entorno y turnarse con otros adultos para descansar.
- Se deben evitar las distracciones y revisar cada 10 segundos el estado del niño.
- El responsable del menor debe poder llegar al agua o donde se encuentre el niño en menos de 20 segundos.
- Detectar si el niño puede llegar solo al agua en un descuido del responsable. Se deben evaluar los riesgos en todo momento.
- Si el niño puede llegar solo al agua en un descuido, se deben establecer niveles de protección para que el menor no pueda llegar hasta esta. Un ejemplo de nivel de protección sería instalar vallas alrededor de una piscina particular, evitando así que en un momento no destinado a nadar (cuando el niño se encuentre dentro de la casa) las vallas le impidan el acceso al agua.
- La Academia Americana de Pediatría aconseja que los niños mayores de 4 años tomen clases de natación para aprender a flotar, nadar y evitar los peligros como los cortes de digestión.
- Es imprescindible que los adultos responsables tengan a su disposición dispositivos de rescate como salvavidas, pértigas y teléfonos móviles en caso de tener que llamar a emergencias.
- Cuando los niños terminen de jugar con un elemento este debe recogerse. Si no se mantiene un orden con los juguetes y se dejan en los alrededores de las zonas con agua los niños podrían querer alcanzarlos poniéndose en peligro.
- Los niños deben mantenerse alejados de los elementos mecánicos de zonas artificiales con agua como las piscinas. Los drenajes pueden suponer un gran peligro para los más pequeños al poder quedarse atrapados bajo el agua debido a la succión.
- En entornos naturales de agua como los ríos, lagos o la playa es importante que el niño disponga de elementos de seguridad como un chaleco salvavidas que cumpla con las Normas AFNOR, nunca flotadores o manguitos.
- En caso de emergencia, es conveniente que tanto adultos como niños conozcan la conducta PAS, las maniobras de RCP y cómo llamar al 112.
Prevención en entornos no acuáticos: pequeñas piscinas, baños y recipientes
Aunque los espacios con aguas profundas puedan parecer los más peligrosos, lo cierto es que un niño puede sufrir un ahogamiento con tan solo un espacio que disponga de una profundidad de 5.08 centímetros de agua. Para evitar accidentes en entornos no acuáticos recomendamos:
- Bloquear el acceso a los baños sin supervisión. Elementos como el inodoro o la bañera pueden resultar peligrosos para los niños sin la supervisión de un adulto.
- Eliminar elementos del patio que pudiesen resultar peligrosos, como por ejemplo baños, fuentes y estanques para aves y pozos o zanjas.
- Vaciar los recipientes que contengan agua después de ser utilizados, como por ejemplo baldes, pequeñas piscinas para niños o cubos de basura que puedan llenarse de agua en el exterior a causa de la lluvia.
Los ahogamientos son uno de los principales peligros cuando llega el verano y buen tiempo, pero recuerda que no es el único factor que hay que prevenir. Para disfrutar de unas vacaciones sin incidentes debemos tener en cuenta también los problemas asociados a otros elementos como el sol, el calor o la alimentación.
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