Cuidado de la piel atópica

CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL ATÓPICA

La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que se caracteriza porque las personas que lo padecen tienen la piel seca, descamada e irritable. Aunque afecta principalmente a los niños y suele desaparecer con los años, también puede estar presente en los adultos, que pueden tener erupciones en cara, cuello, codos, rodillas, manos y pies. No existe una cura definitiva para esta enfermedad, pero hay una serie de pautas que podemos seguir para el cuidado de la piel atópica.

¿Por qué se produce la dermatitis atópica?

La dermatitis se produce por una reacción de la piel que provoca picores y enrojecimiento y en la mayoría de los pacientes suele aparecer durante el primer año de vida.

Una piel atópica es más propensa a sufrir infecciones, dado que no está bien hidratada y por tanto la barrera cutánea que nos protege de los agentes externos es más débil. Además, hay que tener en cuenta que, al tener la piel seca, las personas con piel atópica tienden a rascarse con mayor frecuencia. Esto hace que se debilite todavía más esa barrera y que sean más propensos si cabe a las infecciones.

Hasta el momento no se ha encontrado cuál es el origen de la enfermedad, aunque se sabe que existen una serie de factores que pueden influir en su aparición:

  • Factores genéticos: se ha demostrado que existe una relación entre la dermatitis atópica, el asma y la fiebre del heno. En el caso de que los padres padezcan alguna de estas enfermedades, las posibilidades de que el hijo tenga piel atópica se multiplican.
  • Clima: las personas que viven en climas fríos tienen mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad, de la misma forma que aquellas que viven en ciudades contaminadas.
  • Edad de la madre: cuanto mayor sea la edad en la que una mujer se queda embarazada, mayores opciones tendrá el bebé de tener dermatitis atópica.

Cuidado de la piel atópica

Para el tratamiento de los brotes más agudos se suelen utilizar cremas tópicas basadas en corticoides que sirven para aliviar el picor y reducir la inflamación de las erupciones. La utilización de estos corticoides deberá contar con prescripción médica, por lo que nuestra recomendación es que acudas al dermatólogo ante cualquier síntoma.

Aparte del tratamiento médico, existen una serie de consejos cotidianos que debes seguir para el cuidado de la piel atópica:

  • Evita rascarte: a veces es complicado, pero al rascarnos lo único que haremos es empeorar las cosas. Si no puedes controlarte, utiliza guantes de algodón. Una buena opción para reducir las ganas de rascarse es utilizar vendas húmedas que ayuden a aliviar el picor.
  • Evita el sudor: el sudor y los ambientes secos favorecen la aparición de erupciones, por lo que debemos tratar de evitarlos.
  • Utiliza cremas hidratantes: las cremas humectantes e hidratantes evitan que la piel se reseque. En cualquier caso, asegúrate de que los productos que utilices no contienen alcohol, fragancias, tintes u otros químicos.
  • Emplea tejidos adecuados: debes evitar tejidos que puedan irritar la piel o que no transpiren, como pueden ser la lana o el nylon. El algodón es el tejido más adecuado en estos casos.
  • No pases demasiado tiempo en la ducha: tienes que evitar que tu piel esté demasiado expuesta al agua, así que elige la ducha en lugar del baño y no pongas el agua demasiado caliente.
  • Utiliza un gel especial para pieles atópicas: en tu higiene personal debes utilizar productos especiales para este tipo de pieles que te ayuden a protegerla.
  • Sécate con cuidado: cuando te seques, no frotes tu piel con demasiada fuerza. Asimismo, debes evitar el uso de esponjas demasiado duras.