Consejos para comer saludable en Navidad
Se acerca ya la Navidad, esa época esperada por la mayoría de nosotros, llenas de días en los que nos juntamos con nuestros seres más queridos y donde parece que por nos damos una tregua y todos intentamos ser un poco mejores y más amables con los que nos rodean. Unas celebraciones que, en su mayoría, transcurren en torno a una mesa, ya sea en casa en las fechas más señaladas o en un restaurante, con las cenas y comidas de empresa o con los amigos.
En medio de tantos buenos deseos, estos atracones de comida no resultan nada buenos para nuestra salud, tanto si estamos intentando perder peso o mejorar nuestra figura, como si simplemente llevamos una dieta saludable para tratar o prevenir problemas cardiovasculares, de obesidad o de cualquier otro tipo.
Comer saludable en Navidad
Si no quieres terminar la Navidad con unos kilos de más, o con miedo a hacerte unos análisis, es bueno que te prepares una estrategia para disfrutar de las fiestas sin pasarte con la comida. A fin de cuentas, lo último que pretenderás es tirar por la borda los beneficios de los hábitos saludables que llevas siguiendo todo el año en tan solo un par de semanas ¿no?
A continuación te damos unos sencillos consejos que te ayudarán a controlar lo que comes sin apenas darte cuenta:
1. Bebe agua
La hidratación es esencial para el éxito de las dietas y los programas de alimentación saludable. Beber agua nos ayuda a eliminar toxinas del cuerpo y a rehidratarnos. Además, beber agua llena tu estómago, así que tendrás menos hambre en general. Toma un vaso de agua antes de sentarte a la mesa a comer y bebe al menos otro durante la comida para llenar tu estómago y ayudarte a no excederte demasiado.
2. Controla las porciones
En estas fechas, muchas comidas se organizan en una suerte de buffet, con la mesa llena de diferentes platos, a cada cual más tentador y, generalmente, poco saludable. Aunque es muy tentador cargar tu plato hasta arriba o, aún peor, ir picando un poco de cada fuente, te aconsejamos que te acostumbres a controlar las porciones, usando un plato pequeño y llenando la mitad del plato que contenga más vegetales o menos grasa. La otra mitad puedes completarla a tu gusto, y procura no rellenar.
3. Selecciona lo que comes
No todo lo que hay en la mesa tiene por qué ser necesariamente poco saludable, así que dedica 1 minuto antes de servirte a seleccionar aquello que te guste y que sea más saludable. No es necesario que comas de todo lo que haya, así que se inteligente y deja de lado aquello que no te guste especialmente. Por último, ten cuidado con lo postres. Si eres de los de “no voy a comer mucho ahora porque me reservo para el postre”, te aconsejamos que deseches esa estrategia: una cosa no va a compensar la otra. Si puedes, procura preparar postres caseros que incluyan fruta. Son ideales las macedonias, los yogures con frutas o las tartas de zanahoria. Y, por supuesto, sírvete una cantidad razonable y procura no repetir.
4. Los picoteos
Otro clásico en las navidades son los platitos y bandejas distribuidos permanentemente por la casa y a demanda, llenos de turrones, peladillas, frutos secos, pastas, etc. Si bien no tienen por qué ser negativos para la salud, el exceso, como en todo, no es bueno, sobre todo cuando ya hemos comido demasiado en la mesa. Por eso, si estás en tu casa, procura no tenerlo siempre a mano, y si estás en casa ajena, procura no sentarte demasiado cerca de la tentación.
5. No te saltes comidas
Nunca llegues con hambre a una comida o cena de Navidad. A menudo, la gente intenta “ahorra calorías” durante el día, pensando que su estómago es un banco. Este comportamiento es un error, porque provoca que comas con más ganas tanto los aperitivos como cuando finalmente te sientas a la mesa. Procura hacer un desayuno saludable por la mañana y come durante el día comidas que puedan llenarte, como sopas, frutas ricas en fibra y vegetales.
Y por último, una vez que tengas preparada tu estrategia y te mentalices para tratar de pasar por estas fechas de la forma más sana posible, no olvides de disfrutar y no te preocupes en exceso si un día se te va un poco la mano. A fin de cuentas, ¡es Navidad!