Cómo aliviar el dolor
En numerosas ocasiones, por determinadas circunstancias, sentimos dolor en alguna parte de nuestro cuerpo, por eso en este post te contamos qué puedes hacer en esos momentos para aliviar el dolor.
Consejos para calmar el dolor
En momentos de dolor, prueba a seguir alguno de los siguientes consejos:
Reduce el estrés
El estrés intensifica el dolor crónico. Los sentimientos negativos como la ira, el enfado o la tristeza pueden aumentar la sensibilidad del cuerpo al dolor.
Varias técnicas pueden ayudar a reducir el estrés y promover la relajación. Escuchar música relajante y calmada puede mejorar tu estado de ánimo. También la relajación con imágenes mentales es una forma de escape mental que puede ayudarte a sentirte mejor. Consiste en crear imágenes tranquilas y pacíficas en tu mente.
Respira profundamente y practica meditación
La respiración profunda y la meditación son técnicas que ayudan a relajar el cuerpo, lo que contribuye a calmar el dolor.
Aunque hay muchas formas de meditar, el poder calmante de la repetición está en el centro de algunas formas de meditación. Enfocarse en la respiración, ignorar los pensamientos y repetir una palabra o frase, un mantra, hace que el cuerpo se relaje.
La respiración profunda es también una técnica de relajación. Encuentra un lugar tranquilo, una posición corporal cómoda y bloquea los pensamientos que te distraen. Entonces, respira llenando tu abdomen con aire. Deja que el aire lo llene desde el abdomen hacia arriba y luego lo deje salir.
Asimismo, recibir un masaje puede ayudarte a reducir el estrés y aliviar la tensión.
Realiza ejercicio
Al practicar ejercicio, gracias a las hormonas del bienestar que se liberan, se envían mensajes positivos a la amígdala, área relacionada con el placer, y se bloquean las señales del dolor.
El deporte tiene otro efecto reductor del dolor: fortalece los músculos y ayuda a prevenir nuevas lesiones. Además, el ejercicio puede ayudar a mantener tu peso, reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y controlar los niveles de azúcar en la sangre, especialmente importante si tienes diabetes.
Actividades como el Pilates, caminar o la natación son ejercicios que contribuyen a modular la sensación de dolor.
Adopta una rutina saludable antes de irte a dormir
El dolor dificulta el sueño y puede hacer que no descanses el número de horas necesarias. También puede ocurrir que cuando las malas noches se repiten nuestro umbral del dolor descienda.
Por ello, adoptar buenos hábitos antes de irte a dormir, como cenar de forma ligera, pueden ayudarte a hacer frente al insomnio.
Sigue una dieta equilibrada
Las personas con sobrepeso padecen más problemas articulares los cuales les generan dolor, por lo que una dieta equilibrada abundante en frutas y verduras es fundamental para mantener nuestro peso ideal.
En este sentido, un estudio de la Universidad de Michigan ha revelado que al reducir un 10% el peso corporal disminuye ese sufrimiento y se alivia el dolor en zonas como pecho, abdomen, brazos o mandíbula.
Encuentra maneras de distraerte del dolor
Cuando te centras en el dolor, lo empeoras. En su lugar, prueba a encontrar algo que te guste hacer, una actividad que te mantenga ocupado y te resulte agradable de realizar.
Cuanto menos atraiga tu atención el dolor, más contribuirás a regularlo de forma natural.
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