Cómo afrontar los terribles dos años

Cómo afrontar los terribles dos años

Los dos años marcan el inicio de la independencia infantil, pero también es una etapa llena de cambios para los pequeños y con algunas dificultades para los padres, por eso se conocen como los ‘terribles dos’.

Descubre cómo sobrevivir a los terribles dos con los consejos que te damos en este post.

Los cambios de los dos años

A partir de los dos años, los niños van formando su personalidad y la capacidad de tomar decisiones, por eso a esta edad se muestran mucho más impredecibles que en meses anteriores y aparecen los momentos de negación o deseos por ganar autonomía y hacer ellos mismos las cosas (qué ropa ponerse, hacia qué dirección ir, si se quieren bañar o no, etc.).

Al mismo tiempo que se vuelven más independientes de los padres también aparecen las temidas rabietas, como muestra de la frustración que sienten al no poder expresar sus sentimientos o verbalizarlos, lo cual hace que se vivan momentos complicados.

Además de los gritos y berrinches, otros de los comportamientos más habituales en los dos años son:

  • Facilidad para perder la atención, si alguna actividad es monótona o poco atractiva para sus sentidos.
  • Mayor sensibilidad y egocentrismo, queriendo sentirse el centro de atención.

Consejos para afrontar los terribles dos

Toma nota de los consejos que te ofrecemos a continuación para ayudarte a lidiar con tu pequeño en esta etapa de los dos años:

  • Fomenta su autonomía para reforzar su autoestima y hacer que se ‘sienta mayor’. Permítele asumir tareas para que las haga él solo, (como, por ejemplo, comer o vestirse) o que colabore en alguna tarea del hogar sencilla.
  • Establece normas para que el niño aprenda a cumplirlas y favorecer así su posterior integración en la sociedad.
  • Reconoce sus buenos comportamientos y fortalece el valor del esfuerzo.
  • Dale ejemplo. Si los padres mantienen unas conductas ejemplares, el niño lo intentará copiar, ya que a esa edad repiten palabras y conductas de las personas de su entorno.
  • Permite que experimente las consecuencias de sus actos, siempre y cuando no sea peligroso para el niño.
  • Intenta ser más flexible para disfrutar de esta etapa de tu hijo y no añadir más estrés a lo que ya estáis viviendo.

¿Qué hacer frente a sus rabietas?

Frente a una rabieta es fundamental mantener la calma, para no incrementar su enfado y que sea más difícil que el niño de tranquilice. Si tú estás alterado, la situación empeorará, así que ten paciencia. Además de este consejo, también es recomendables que tengas en cuenta lo siguiente:

  • Espera a que se le pase la rabieta. Cuando una rabieta aparezca es mejor esperar y cuando se calme darle un abrazo y mostrarse comprensivo.
  • Enséñale a expresarse con palabras y no con pataletas. Asimismo, una escucha activa, corroborando sus sentimientos puede ser clave para hacerle ver que con conductas negativas no conseguirá lo que desea.
  • No lo riñas después de haber tenido una rabieta porque esta edad es complicada para ellos al no gestionar bien sus emociones y no lo pueden evitar.
  • Evita situaciones que puedan frustrarle e iniciar una nueva pataleta.
  • Realiza juegos que simulen situaciones ante las que reaccione negativamente para que aprenda alternativas de comportamiento y reaccione de forma positiva cuando se sienta frustrado la siguiente vez.

Con el tiempo todo pasa, por lo que los terribles dos también pasarán y pronto quedará en un recuerdo.

 

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