BENEFICIOS DE CORRER O CAMINAR: QUÉ ES MEJOR
A pesar de que son muchos los beneficios de salir a correr, algunos estudios realizados los últimos años alertan también de los riesgos que puede conllevar y proponen caminar como alternativa para muchas de estas personas: los beneficios pueden ser similares, pero se pueden eliminar algunos riesgos.
Correr es un deporte que ha experimentado un auge notable en los últimos años en nuestro país. Las calles y los parques se llenan de personas corriendo de un lado para otro, cada una con su estilo y con su motivación personal, unas más rápido y otras más lento, solas o en compañía, mejor o peor equipadas. Una actividad que, mientras unos la realizan desde hace años como una práctica deportiva más, para otros es una moda, veremos si pasajera o no.
Los motivos para correr son varios: desde los que lo practican para la competición, profesionales o aficionados, a los que simplemente quieren hacer algún tipo de deporte para mantenerse en forma, o los que intentan perder peso a base de sudor y lágrimas.
Entonces, ¿qué es mejor, correr o caminar? ¿cuáles son los beneficios y los riesgos de una y otra actividad? En este post vamos a repasar algunos datos que pueden ayudarte a decidirte entre una u otra opción.
Beneficios de caminar
Andar es para muchos expertos la mejor opción si se trata de mejorar la salud en general y conseguir una mayor longevidad. Estudios presentados en la Sociedad Europea de Cardiología indican que las personas que realizan de 1 a 2,5h de actividad andando o trotando suavemente pueden ver reducida su mortalidad en un 25%.
Algunos de los principales beneficios para la salud de caminar o trotar son, entre otros, la disminución de los riesgos de padecer:
- Hipertensión
- Diabetes
- Colesterol
- Enfermedades cardíacas
Además, caminar ayuda al cuerpo a quemar calorías y por tanto puede ser un aliado para la pérdida de peso. Al mismo tiempo, ayuda a fortalecer los músculos de las piernas y abdominales y mejora el sistema cardiovascular en general. Andar a un ritmo ligero previene también la pérdida de masa ósea y muscular que ocurre a menudo con la edad.
Una buena rutina puede ser hacer 30 minutos de paseo a buen ritmo a diario, combinado con un par de sesiones de entrenamiento de fuerza.
Beneficios de correr
Correr tiene todos los beneficios de andar o trotar, pero puede también conllevar algunos riesgos que debemos tener en cuenta. En primer lugar, correr puede resultar más duro para el corazón. Algunos estudios como el mencionado anteriormente indican que correr todos los días a un ritmo superior a los 15 km/h puede ser tan malo para la salud como una vida sedentaria. De hecho, parece que correr más de 40km a la semana a un ritmo alto no presenta ningún beneficio para reducir la mortalidad de las personas.
Esto sucede porque nuestro cuerpo no está diseñado para mantener un ejercicio que requiere mucho esfuerzo durante mucho tiempo. El problema es mayor cuando la persona comienza a hacer deporte de manera agresiva, sin llevar a cabo una rutina de entrenamientos que permita a su cuerpo adaptarse a los esfuerzos progresivamente.
Correr provoca algunos procesos indeseados en el organismo: el corazón sufre, se liberan radicales libres y adrenalina y pueden inflamarse las arterias. Si se hace de un modo controlado y de manera espaciada, el cuerpo puede recuperarse, pero si se hacer de manera continua, puede acelerar el envejecimiento del corazón y las arterias. Además, algunos estudios indican también que correr puede causar un debilitamiento del sistema inmunológico. Por no hablar de las lesiones.
A su favor, correr puede ser mejor si se trata de perder peso, pudiendo quemar hasta el doble de calorías que caminar o trotar. Además se ha demostrado que correr reduce el apetito y por tanto el consumo posterior de calorías.
Entonces, ¿qué es mejor, correr o caminar?
Posiblemente no existe una única respuesta para esa pregunta. En general dependerá de tus objetivos. Correr puede ser mejor para bajar peso más rápidamente, si lo practicas como deporte, o quizás para socializar. Andar puede ser más apropiado si simplemente quieres mejorar tu calidad de vida y tu salud en general.
En cualquier caso es muy importante conocer los límites de tu propio cuerpo y no forzarlo en exceso, calentando previamente y haciendo una transición adecuada al reposo, así como seguir un control médico periódico para evitar sorpresas desagradables.